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sábado, 20 de septiembre de 2014

13 SEMILLAS SAGRADAS

13 SEMILLAS SAGRADAS
EL VALOR DE LA EDUCACIÓN 
PARA LOS XINKAS


Una persona educada es una persona consciente de la Unidad, es un ser respetuoso y afectuoso con todas sus relaciones… humanas, animales, naturales y cósmicas.
La enseñanza se transmite en relación con toda la existencia y se manifiesta en un sólo intento: Que los seres logren conquistar un rostro sabio y un firme corazón.
Una persona de respeto es una persona sabia que siente al mundo.
Aprendes sintiendo, contemplando, caminando, escuchando, ensoñando…dialogando con tu corazón.

Danza y sabrás lo que acontece en el Uni-verso. 

Los Xinkas tienen amplios conocimientos sobre medicina, astronomía, matemáticas, filosofía, arte… Son seres que gozan de la palabra florida, su canto/palabra armoniza y agrada a los demás, por lo que su canto es un canto Creador.

Un Xinka aprende a conocerse a sí mismo y encuentra su destino, estudiando en la Uni-versidad de la madre Tierra, repitiendo, honrando y recreando su evangelio.

La Madre Tierra, el tata Sol, la Nana Luna y las Estrellas son las parcelas/serpientes donde se reciben los dones domésticos y creativos que honran la vida.

En los caminos del nuevo amanecer se solicita despertar con aquellas sabias palabras que nos enseñan cómo vivir una vida sana y amorosa. Retornar a nuestra morada sagrada,  l Maku' la madre del cálido hogar, jícara de luz. Volver con ella a su vientre y sanar juntos. Retornar a la parcela de la vida, limpiarla y sembrar semillas que broten y alimenten el cuerpo de luz unificado en todos los seres.

Los  abuelos y abuelas sabios saben que la mujer que teje su vida en la enseñanza. Ella es madre de comunidad, madre de familia, madre tierra, madre universo. Enlazadora afectuosa de los seres con el mundo que esparce semillas de hijos nuevos, radiantes, humanos…

El conocimiento no excluye al varón, la semilla proviene de Él y de su propio despertar, recordando que somos Uno y que peregrinamos juntos la tarea de recrearnos. Este texto contiene el espejo de lo femenino en todos los seres.

Las siguientes líneas forman un collar de cuentas de obsidiana, que reza por la sabiduría de todos los tiempos y el retorno a una vida equilibrada, plena y gozosa.

Hace algunos años cuando los escuche por vez primera de la boca de mi abuela, me conmovieron y me llenaron de emoción; esta es una labor de síntesis y de cómo los he ido cosiendo a mi corazón a través del tiempo. Los comparto con el buen sabor y las ganas de que hablen también en sus corazones.

Rindo homenaje a las voces silenciosas, plenas de amor, de las abuelas, madres y mujeres que han preservado el camino con corazón a través de la enseñanza con su ejemplo.

Honro al idioma Xinka, el lenguaje de la armonía, que conservó el documento original, enseñanza y fuente de inspiración.

Introduzco y presento con gran honor la palabra Narila', que quiere decir: la/el guía, la/el maestro(a) que siente las cosas. Decir Hünukila es decir, persona de conocimiento, espíritu que fluye con el ensueño de la vida.

Honro aquellos hermanos que conquistan su felicidad y amanecen tejiendo su vida en el servicio.
Una nueva percepción santa y gozosa verá salir al Sol con sus destellos, y una función danzante milenaria renovará sus frutos y el nacimiento de la luna sazona llena de energía, conocimiento y vitalidad como la mujer.

Lo más urgente es despertar al Amor. La mujer juega un papel determinante como formadora de vida y guía natural en la educación por la Paz; el camino para la humanidad.

Que estas palabras y pensamientos levanten el canto e inspiren los senderos de lo Sagrado Femenino. 

TRECE SEMILLAS 
LA CREACIÓN DEL CONOCIMIENTO SAGRADO

Primera semilla

La Mujer Sol es una luz brillante que irradia toda clase de bienestar, es una luz poderosa imposible de apagar. Es hija del padre Sol y manifiesta calor, brillo y poder de transformación hacia la luz. Es un rayo de luz que atraviesa la oscuridad y corta el velo de la ignorancia. La mujer provee claridad para que cada quien pueda ver y combatir lo que se le dificulta en el camino del conocimiento.

Yo soy luz. Yo soy mi propia fuerza y corto el velo de mi ignorancia.


SEGUNDA SEMILLA 

La guía o mujer sabia es como un amplio espejo que se puede observar por ambos lados. Es un espejo pulido y radiante por los dos lados. Los rostros pueden observarse igual de claros tanto de un lado como del otro. Podría decirse también que es el espejo de la otra persona, que es el espejo de la comprensión del otro. Es la guía/espejo, donde se refleja el rostro de su interior y el rostro de su exterior como uno solo. Es la mujer que sostiene el espejo de la verdad para mirar al otro. Es el rostro transparente de la Sabiduría que emana del marco del Uni-verso.

 Yo soy tu, tu eres yo. Todos somos uno.



Tercera semilla

Una guía, una NARILA', conoce la palabra escrita y el tejido de esas palabras, conoce los libros y el telar de la vida, llenos de colores y mensajes. Conoce el significado de la naturaleza y del tiempo. Conoce el tesoro que hay donde nace el arco iris. Es dueña de la Palabra del conocimiento del Amor. Ella misma es la palabra y la belleza de las escrituras, de sus manos nacen las formas de la sabiduría.

Yo sé, porque soy como el arco iris.

 Cuarta semilla

Una esposa del LUNA se convierte en un hermoso camino plano, en camino blanco. Ella es su propio sendero y acompaña a los otros para que los otros encuentren su propio camino. Anima al compañero, lo impulsa a que camine sus propios pasos con seguridad y sin miedo. Propicia que las pruebas del camino se pasen con éxito.

Una mujer guía goza de su propio sendero y de las pruebas constantes que se le presentan, todo lo mira y vive de nuevo con la inocencia y frescura de un ser que siente las oportunidades del instante. Es la alegría y la energía de su camino. Tiene fuerza para alentar al grupo que camina junto a ella.


 Quinta semilla

La mujer Viento es una mujer guerrera, es madre que amamanta a sus hijos, les da el alimento y los sostiene para que caminen con fuerza por la vida. Ella es una mujer fuerte que libra todas las batallas en defensa de la paz y el bienestar de su familia y de su comunidad. Pone orden en su hogar y todo lo embellece. Enseña a los demás a organizarse para que estén satisfechos de sus propios logros, para que triunfen en sus acciones. Una mujer Sol es palabra y acción dirigidas al torrente del río del amor.

 Soy mujer guerrera que lucha por el amor y organizo la luz de las estrellas, las estrellas de mi ser interior.


 Sexta semilla

Una mujer guía conoce la responsabilidad. No te deja caer en el camino. Conoce el lenguaje de las estrellas, es humilde de corazón, trabaja con sus sueños, ayuda a trascender los peligros y reconoce también los triunfos de los demás. Intuye, siente, ayuda y puede resolver los problemas de la comunidad. Es un ser que dialoga siempre con su corazón. Vive de pie ante el mundo, es civilizada y respetada y reconocida por todos.

El sentido de mi vida es dar a luz: fuerza, voluntad, sabiduría, conciencia. El sentido de mi vida es formar parte de la armonía de la vida.


 Septima semilla

La mujer o encauzadora de caminos es como un río puro y cristalino que no deja de fluir por su cauce. Es digna de confianza porque su rostro es transparente y pleno de sabiduría. Provoca encuentros con uno mismo, encuentros que causan a veces confrontaciones y pequeños sinsabores para comprender las cosas. Ella es digna de confianza y sabe cómo ayudar en los tropiezos del camino. Ella también es la luz de la esperanza y hace sentir esperanza a los demás.

Hoy amanezco y confío en mi persona. Sólo lo verdadero puede ocurrirme. Las pruebas de hoy son lecciones que me enseñan a ser mejor persona cada día.


 Octava semilla

La mujer, es la maestra que canta el canto de las aves. Es el canto del vuelo, de la alegría por la luz del Sol, es “la mujer rocío fresco” de la manaña. Es el canto de la lluvia y el lenguaje de fuego. Por eso es maestra, porque sable hablar y sabe hacer. Por eso es maestra, madre que aconseja, madre que conoce las raíces del árbol frondoso donde anida con sus hijos.

Siembro mis semillas/pensamientos de buena vida dentro de la tierra de mi propia existencia. Mi intuición me dice que purifique mi corazón todos los días con el agua del respeto y aprecio a mi persona. 



 Novena semilla

La Alegría es el paraíso de la Tierra, la guía es una mujer alegre, contenta, que disfruta de su vida, de su trabajo, sabe sonreir y regalar sonrisas. Alegra los rostros e irradia esa alegría a todo su entorno. Una de sus misiones es que las personas retomen su rostro verdadero; de paz, amor, bienestar y alegría.

Me alegro, siento el paraíso aquí en la tierra. Reflexiono sobre la preciada vida humana. Agradezco mi propia vida como un regalo de la fuente del Amor. Elevo mi rostro sonriente al espejo de los cielos.



 Décima semilla

La mujer, la señora,  conoce el sonido del silencio y el canto que el silencio entreteje en el vientre de los seres luminosos. Sabe mirar, sabe ver a las personas, las mira y las conoce, las comprende; las ayuda a que ellas mismas abran sus ojos y escuchen la verdad. Ella sabe ver, ella sabe escuchar y todo lo reflexiona con el corazón de la verdad. No sabe mentir, no manipula. Sus pasos, su palabra, son agradables a la Madre Tierra y al Corazón del Cielo. Por eso es buena guía en los caminos de la vida, por eso desarrolla su intuición mágica y la pone al servicio del Amor. Ella es ventana que se abre para que otros vean y elijan volar.

Yo soy la mujer guía, enseño el camino con amor; enseño a escuchar, enseño a ver el mundo.


 Décimaprimera semilla

La Mujer luz, tiene misión en la Tierra, una misión clara, radiante. Alumbra a los hombres, a la noche, al día, a las aguas, a los animales, al espacio, porque todo lo vive con cariño. Sabe enseñar, es guía excelente. Abre los caminos para que el mundo los transite en paz y armonía. Sabe cantar, sabe danzar, sabe tejer, sabe cocinar, sabe contar cuentos, sabe curar.

Yo soy amor, yo soy amor, yo soy amor. El amor es mi verdad eterna. Todo lo que hago, lo hago con amor.


 Décimasegunda semilla

Una mujer guía, es una persona recta, responsable, no le debe nada a su rostro, no le debe nada a su espejo, vive en paz consigo misma. Es instructora del espejo, y ayuda a que los otros sepan mirarse en su propio espejo. A que se hagan responsables, libres y puedan descubrir la rectitud del mundo. Ella limpia los errores, se los lleva... No se burla de las personas, no se mofa ni ridiculiza a nadie. Cerca de ella los demás se esfuerzan, son enseñados. Es digna de confianza. Junto a ella se va uno formando, como una hermosa flor. Es la tierra de labranza, el viento de la pureza, el fuego del alma.

Yo soy la mujer del espejo, puedo ver y acomodar los rostros luminosos, yo soy la paz de la libertad y guía de la inocencia.

PALABRAS DE LOS ANTIGUOS

PALABRAS DE LOS ANTIGUOS


1. "He aquí lo que nos dieron a guardar, la Antigua Palabra, donde se dice que una vida pura es como una turquesa preciosa, un jade redondo, un dulce canto sin mancha y sin sombra, salido del corazón."

2. "Sería una burla si yo ocultara uno solo de estos consejos, pues ellos son para vivir sobre la tierra y con ellos nos haremos atentos a todas las cosas."

3. "Es un saber que, como espina y viento helado, pasará sobre ti, que te arrojará a la tierra y te abatirá, para que vuelvas." 

4. "¿Serás tú el que atienda, el que escuche, el que consiga endiosar su corazón, el que reciba y guarde adentro, para que te vaya bien, para que alcances merecimiento y vivas sobre la tierra?"


Capítulo 2

1. “Hay una Deidad, Quetzalcóatl es su nombre. Nada exige. Sólo serpientes y mariposas, eso le ofreceré y le daré."

2. "Nuestros padres y abuelos nos exhortaron diciendo que él nos creó:
él, cuyas criaturas somos, nuestro Señor, nuestra Abuela. También creó los cielos, el Sol y la divina tierra."

3. "Así fue, en verdad: por su merecimiento y por su sacrificio, él inventó a los hombres y nos hizo seres humanos. De ese modo llegó a ser la Serpiente Emplumada, Señor y Señora de toda creación."

4. "Trece son los cielos, nueve los inframundos. Allí vive el Dios verdadero, la esencia del Cielo. De allí recibimos la vida nosotros, los Merecidos, de allá cae nuestro destino cuando se escurre un niñito hacia la tierra."

5. "Porque él lo dijo, porque él lo ordenó para sí, por eso existimos. No lo olvides ni de día ni de noche; invócale en suspiro, en aflicción."

Capítulo 3

1. "En este mundo caminamos por lugares escarpados, un abismo de un lado y un abismo del otro. Si te mueves para acá o para allá, ¿cómo evitarás caer? Sólo en el medio es posible avanzar."

2. "No te vistas de bordados ni te pongas harapos. No seas presumido, pero tampoco corriente. Que tu palabra no sea entrecortada ni muy larga. No alces tu voz ni la bajes demasiado. No camines deprisa, pero tampoco muy lento. Y no tomes nada como regla absoluta."

3. "Evita los extremos, mantente en el medio, porque sólo en el medio existe la función social, la condición honorable."


Capítulo 4 

1. "En la infancia, cuando aun está libre la persona, es cuando tiene compasión de ella Nuestro Señor y le da sus dones. Y es en la infancia, en la edad de la pureza, cuando se merece una buena muerte."

2. "Por eso dicen los viejos que los niñitos, los chicos y las chicas, son los amigos queridos de Señor del Cerca y el Junto, y viven a su lado, y junto a él se alegran y él es su amigo."

3. "Por eso los sabios espirituales, los Merecidos, los ayunadores, tienen mucha confianza en los niñitos, pues, en verdad, son de corazón bueno, sin mezcla, limpios, atentos, perfectos. Se dice que por ellos permanece la tierra y ellos son nuestra paz."

Capítulo 5

1. "El tolteca es sabio, es una lumbre, una antorcha, una gruesa antorcha que no ahuma. Hace sabios los rostros ajenos, les hace tomar un corazón. No pasa por encima de las cosas: se detiene, reflexiona, observa."

2. "Un tolteca todo lo saca de su corazón; es abundante, múltiple, inquieto, hábil, capaz; a sí mismo se adiestra, dialogando con su corazón, encontrando respuestas dentro de sí. Obra con deleite, hace las cosas con calma, con tiento, como un artista. Compone lo defectuoso, armoniza lo disperso. Por él, las cosas ajustan."

3. "En cambio, el falso tolteca obra al azar y es una burla a la gente. Opaca las cosas, les pasa por encima y las hace sin cuidado. En lugar de crear, imita; defrauda a los demás y es un ladrón."

4. "De este modo te convertirás en toltecas: si adquieres hábito y costumbre de consultarlo todo con tu propio corazón. Sé tolteca: una persona de experiencia propia."

Capítulo 6 

1. "El maestro es luz, tea, espejo. Suyas son la tinta negra y la roja, los códices. Él mismo es escritura y sabiduría, camino y guía veraz. Conduce a las personas y a las cosas, y es una autoridad en los asuntos humanos."

2. "Un maestro nunca deja de amonestar. Hace sabios los rostros ajenos, nos hace tomar un rostro y desarrollarlo, abre nuestros oídos, nos ilumina. Es guía de guías y ofrece un camino. De él, uno depende."

3. "Él pone un espejo ante nosotros para que seamos cuerdos y atentos, nos obliga a cobrar identidad. Se concentra en sus obras, regula su camino, dispone y ordena, aplica su luz sobre el mundo. Por eso, conoce lo que hay sobre este mundo y en la región de los muertos."

4. "Gracias a él, todos somos corregidos, enseñados. Por él, el niño humaniza su querer y recibe una estricta educación. Conforta el corazón de quienes le rodean dando ayuda, remedio y curación."

5. "El falso maestro, en cambio, es como un médico que ignora su oficio o un hombre sin cordura: dice que sabe acerca de lo divino, que tiene la tradición y la guarda, pero es sólo vanidad. Es jactancioso, inflado; es un torrente, un peñascal."

6. "Amante de la oscuridad y los rincones, es un ‘sabio' misterioso, un ‘chamán' con secretos, un ‘ensoñador' que roba a su público, pues le despoja de algo. Es un hechicero, pues tuerce los rostros y los extravía, haciendo que los demás pierdan su identidad."

7. "Es falso, pues encubre las cosas, tornándolas más difíciles de lo que son y destruyéndolas. Hace perecer a quienes le siguen a fuerza de misterios. Acaba con todo."


Capítulo 7 

1. "Conoce ahora al médico verdadero: es sabio, da vida, prueba las hierbas, piedras, árboles y raíces, ensaya sus remedios, examina, experimenta."

2. "El médico tolteca alivia las enfermedades, da masajes, concierta los huesos, purga a la gente, hace que se sientan bien, les da brebajes, los sangra, corta, cose, hace reaccionar, cubre con ceniza."

3. "El médico falso, en cambio, se burla de su prójimo y, en su burla, mata a la gente con medicinas. Provoca indigestión y empeora las enfermedades."

4. "Es un hechicero, pues se esconde en sus secretos; posee semillas y hierbas maléficas. Es un brujo que, en lugar de experimentar, echa suertes. Mata con sus remedios, empeora, ensemilla, enyerba."

Capítulo 8 

1. "He aquí al padre verdadero: es raíz y principio de linaje de hombres. Bueno es su corazón, recibe las cosas, es compasivo y se preocupa. De él es la precisión y el apoyo, con sus manos protege. Cría y educa a los niños, les amonesta y enseña a vivir. Les pone delante un gran espejo, una gruesa antorcha que no ahuma."

2. "Y el hombre maduro: un corazón firme como piedra, un rostro sabio. Es dueño de su rostro y de su corazón. Hábil y comprensivo, buen componedor de textos, es un tolteca de la tinta negra y roja, un entendido. Dios está en su corazón y diviniza con su corazón las cosas; dialoga con su propio corazón."

3. "Y el verdadero artista: un conocedor de colores. Los aplica, sabe de matices y armonías. Dibuja pies, caras, les da sombra y relieve, logra efectos. Como tolteca, pinta los colores de todas las flores."


Capítulo 9 

1. "Acércate al que es modelo y ejemplo, pauta y señal, libro y pintura; a la persona honorable y de buena fama, a la condición social, la luz, la antorcha, el espejo."

2. "Observa a mis sacerdotes, los Merecidos, los de vida pura: son trasparentes, buenos, rectos, dedicados, limpios, de corazón blanco, de vida sin mezcla, sin polvo ni impureza. Ellos llegan hasta la presencia de Señor del Cerca y el Junto, le ofrecen incienso, le oran y le ruegan por el pueblo."

3. "Acércate a quienes, por todas partes, van haciendo lo excelente, dando brillo, dejando lo bueno, imponiendo el orden con prudencia, alegría y serenidad. A quienes son cofre y caja, sombra y abrigo, gruesa
ceiba, sabino generoso que da brotes y se yergue poderoso, firme."

4. "Ve con quienes no se quedaron dormidos ni se ocultaron en el sueño. Con quienes no desgarraron sus labios. Con quienes llevan en paz, sobre sus brazos y espaldas, a aquel (pequeñín) que va jugando, se divierte con tierra y duerme en la redecilla."

5. "En cambio, huye de estos sitios: el festín, el río y el camino. No te detengas allí, porque allí está, allí habita el gran devorador: la mujer ajena, el esposo ajeno, la prosperidad, la falda, la camisa ajena."

Capítulo 10  

1. "Amaos los unos a los otros, ayudaos entre vosotros en la necesidad con la manta, la joya, el salario y el alimento. Pues no es verdad, no es cierto si desprecias a quienes te rodean."

2. "Da limosna al hambriento, aunque tengas que quitarte tu comida. Viste al que va en harapos, aunque tu mismo quedes desnudo. Socorre al que te necesita, aún a costa de tu vida. Mira que es una vuestra carne y una vuestra humanidad."

3. "Recuerda al anciano, la anciana, el indigente, el desdichado, al que no se alegra, al que no es feliz, al que tiene pegado el intestino (de hambre), al que no encuentra su casa y vive en confusión, al que derrama sus lágrimas y muerde sus uñas (de desesperación)."

4. "A quienes llevan las manos atadas a la espalda, a quienes, donde las fieras, en las cárceles de la miseria van penando. A quienes, por los desiertos y los montes, se fatigan tras el chile y la sal, las verduras y el agua. A quienes son engañados en las plazas y tienen los labios resecos."

5. "Pon junto a ti a quienes son las manos y los pies del pueblo. No con indiferencia los saludes, ni con negligencia soportes sus cargas. Pues eres guerrero águila, ocelote, eres el sostén y el remedio."

Capítulo 11

1. "En cualquier sitio puedes tropezarte con ellos: un anciano, una anciana, un enfermo, un niño. Por lo tanto, no tienes excusa."

2. "En cualquier sitio puedes encontrar a quien trabaja, a quien se expresa, a quien está creando algo. No estorbes entonces ni causes problemas a causa de tu ignorancia."

3. "En cualquier sitio puedes inadvertidamente romper una cabeza, violentar a alguien, arrojar orina sobre otro, hacer que otro pierda la buena palabra con que habla, ignorar un consejo. No te distraigas."

4. "¡Despierta, ponte atento! No sea que el sueño te lleve y los demás te apoden ‘Señor ronquidos, bola soñolienta'."


Capítulo 12 

1. "Bueno es que te mantengas por ti mismo. Crea, trabaja, recoge leña, labra la tierra, siembra nopales; con eso beberás y vestirás. Pues honra, enaltece el trabajo duro."

2. "Pero, ¡cuídate de las obras mundanas! Porque mucho crece, muy rápido engorda lo que enferma, lo que atormenta, lo que fatiga, lo que causa espanto."

3. "Correcto es si junto a ti es dicha la buena palabra, la que no causa daño. Si la transmites, no le excedas ni le quites: sólo lo justo dirás."

4. "Pero, ¡huye de las palabras vanas, distraídas! Porque sólo pervierten, no son serenamente rectas. Precipitan al hueco a quien las pronuncia, nos llevan a la trampa y al lazo, a la piedra y el palo."


Capítulo 13 

1. "Con llanto y preocupación hay que recibir la herencia y la fortuna. Pero es cálido es el hogar del pobre, y están tranquilos su esposa y sus hijos."

2. "¿Naciste noble? Teme por ello; podría embriagarte o hacerte presuntuoso. He aquí lo que nos hace nobles: tomar la antorcha y el jabón, el chile y la cal, el azadón y la semilla. Esto, en verdad, es linaje y merecimiento."

3. "Se moderado y austero. Verifica que los demás coman primero; entonces toma agua y lava sus manos y sus bocas. Que, no por ser noble, perderás tu nobleza, ni caerán los jades, las turquesas, de tus manos llenas."

4. "Se dice que hay heredero al trono. He aquí como mostrara su condición: si baja su cabeza y se inclina con humildad; si mira al pobre con especial consideración; si le infunden respeto su mísero ceñidor, su manto raído; si, encontrando en el camino una anciana, un anciano, le dice: ‘Padre mío, mi abuela: que la paz te encamine, que no tropiece tu pie'."

5. "Escucha: la cortesía, la modestia, la humildad, el llanto, el esfuerzo, eso te hará noble, amado, enaltecido. Escucha, ningún soberbio, jactancioso o desvergonzado llegó jamás al reino."


Capítulo 14 

1. "Conoce los símbolos, las palabras. Canta bien, habla bien, conversa bien, responde bien, ora bien. La palabra no es algo que se compre."

2. "Conoce la condición honorable, lo que es bueno: no cometas adulterio, no te embriagues de forma inmoderada, no te sometas al juego ni al azar, no menciones tu linaje ni tu condición viril, no seas indiscreto ni cobarde, no procures los primeros lugares."

3. "Que tu corazón no sea tu madre. Que la ceniza esparcida y la muerte no te detengan."


Capítulo 15  

1. "Pide con entera humildad, suplica con justicia: he ahí concentrado todo el ritual. Pues satisface, compensa el labio que se manifiesta en súplica."

2. "¿Es que ya lo sabes todo sobre la tierra? ¿No estás, acaso, tanteando con los pies? ¿Te conduces a ti mismo? ¿No eres aún llevado, cargado? Mañana o pasado mañana, ¿quizás llegaremos a saber aquello que sólo Él y únicamente Él, conoce?"

3. "Recuerda que te está viendo Nuestro Señor, el que conoce el interior de la piedra y el palo, el que escudriña el corazón del hombre. ¡Nadie conoce su poder, nadie conoce su peso! ¡No es cierto que vivimos sobre la tierra!"


Capítulo 16 

1. "Hay un hombre que vive en embriaguez y en sus manos se babea. Ha manchado su cuello, se apresta a difamar, se apropia de las cosas y da alaridos, pues la hierba y el vino le han atado."

2. "Ese ya no sale por su salida ni vive su propia vida, ya no corre su carrera, no tiene rostro ni orejas. Ya no canta, no dice, no se expresa; a la hora del grito, ya no puede gritar. No tiene camino ni conoce el orden, pues no presta atención a la palabra antigua, aquella que eleva, que expresa."

3. "Solo, sin reflexión, vive, moviéndose de continuo, cayendo de repente. Desgarrado, revolcándose en su inmundicia, así vive. No se levanta en paz ni se acuesta en alegría. Como conejo se inquieta, como venado huye."

4. "En ceguedad vive y no sale de ahí, ya no quiere crecer. Únicamente anhela escabullirse, tan sólo rechaza con el pie. Nada comprende ni retiene, no es civil. Se arroja contra sí mismo, se abandona a las dudas, da golpes, gruñe, lanza mordidas."

5. "Ese violó la voluntad de Nuestro Señor y, por eso, ya no extiende su brazo cuando debe extenderlo ni va al sitio a donde debía ir; ya no entrará a donde deba entrar ni morirá cuando deba morir."


Capítulo 17 

1. "Cuanto puedas, produce y ambiciona las flores de Aquel que te dio la vida, Aquel por Quien vivimos. Puedes vivir a Su lado en este día que, en préstamo, has venido a pedirle."

2. "Regresa junto a Él, ten conciencia de tu dueño, pues se duele, se enfada cuando le olvidas y, puesto que sois uno, devuelve a tu corazón su pena y su olvido."

3. "Busca y reconoce qué es lo que Él quiere de ti sobre la tierra. Como cuando buscamos algo a tientas, como cuando pintamos un libro, ve así: lento, pero sin detenerte. Identifica en qué consisten el infortunio y la desdicha, la inhumanidad y la pérdida, y así no vivas."

4. "Sólo en tu propia paz, en tu prudencia, ve adelante, sin vacilación ni dudas, para que de ese modo no entristezcas mi corazón. Con toda tu atención, serenamente, así vive."

5. "Y no te aflijas por la pobreza humana, no te enfermes por ello ni tus entrañas adelgacen, ni desfallezca tu corazón ante lo retorcido, ante lo que no es recto. ¿Es que sólo tibieza, bondad, ha de ser nuestra suerte?"

6. "Sé un guerrero. Arrójate al Ser del Cielo, Aquel que nos da vida. Con toda tu fuerza, con todo tu aliento, átate a lo alto, ve junto a él, arrójate a él. Y ocurrirá que él mismo llegará a ser raíz de tu existencia."


Capítulo 18 

1. "¿Has recibido Su aliento, Su palabra? Guárdalo en tu corazón como algo secreto. Que no te aturda ni embriague ni te cause orgullo. Ya comprenderéis cómo a nada, a nadie olvida Nuestro Señor."

2. "Entra en la bienaventuranza de la Deidad. Baja tu cabeza, flexiona tus rodillas, adopta una postura atenta, acostumbra tus piernas. Resbala, deslízate hacia Nuestro Señor. Y, si algo te atormenta, si algo interfiere tu fluir, disípalo en su dicha y afirma tu vida."

3. "Entra en la presencia del Dueño del Cerca y el Junto, el Humano, el que es Noche y Viento (invisible e impalpable). Ofrécele enteramente tu corazón y tu cuerpo, concéntrate en Él donde estás, acércalo a tu rostro, a tu corazón."

4. "Mas aún: disfruta la riqueza de Aquel que te atormenta, Aquel que te hace puro. Su agua de intenso azul, su agua de jades, su vaso de turquesa ha depositado en ti, para lavar tu alma y tu vida, y merecerte."

5. "No murmures nada en tu interior, nada digas ni pienses en forma reactiva del yerbazal (de tu mente), pues dentro del palo y la piedra (alma y el cuerpo) ve y escucha Nuestro Señor. Si, en verdad, controlas tus distracciones, él dispondrá algún remedio para tu necesidad."

6. "Concéntrate enteramente en Él. El nombre y la gloria de Aquel que todo lo puede es lo único que causa gozo. Él reparte su gloria allá, en lo alto, para todos. Y cuando una persona buena la recibe, se vuelve cual un ave excelente; de su cola, de sus alas brotan padres y madres, brotan aquellos que nos guían en cualquier rincón del Universo en que existamos."

Capítulo 19 

1. "Hijo mío, esto que te doy a comer es alimento puro. Lo que es para comer aquí en la tierra, acércalo a tu rostro. No te hagas semejante a piedra, pues ya sabes que, si una piedra es dura, no sólo una vez se le golpea, hasta que se quiebra."

2. "Observa al venado cuando lo persiguen: va asustado. Ignora a dónde va: al hueco, a la muerte. Y tú, ¿acaso eres venado para que no sepas a dónde vas? Pues te ha sido mostrado el camino; por tu propia voluntad te traicionarías si lo pierdes. "

3. "Mira: como el árbol florido ya no retoña ni echa brotes - pues sólo retoña y reverdece si resiste la helada, que de otro modo se marchita y seca -, así tú, si no retoñas y echas ramas a la hora del verdor y el renuevo, por tu propia voluntad te habrás arrojado a la boca de las fieras."

4. "Ahora que Nuestro Señor te ha mostrado su bondad, ahora que dentro de ti se agita, no lo desprecies. No juegues con un poco en tu interior para devolvérselo luego, hastiado, pensando: ¿en verdad he sido sanado?"

5. "Ahora que te has acercado a la riqueza que de su presencia viene, ¿lo ofenderás de nuevo? ¿Volverás a ensuciar tu ser, tu alma?"

6. "Con todo, aún si caes muchas veces y de nuevo recuerdas a tu Señor y te limpias sinceramente frente a él, arrojando tu mancha en su presencia, una vez más él tendrá piedad de ti y te mirarán sus ojos."

7. "Ve, disfruta de tu tesoro, que viene del seno de Nuestro Señor."

Capítulo 20 

 1. "He aquí mi disposición final, aquello que os identificará como mis seguidores, lo que debéis seguir y compartir, pues es alimento escogido. Sólo tres consejos deseo encomendaros:

2. "El primero, que busquéis con anhelos ser amigos de Aquel que está en todas parte, en todos los cuerpos, pues es Noche y Viento y Dueño del Cerca y el Junto."

3. "En tal empeño, mirad que no os hagáis orgullosos, desesperados o cobardes, sino humildes de corazón, poniendo toda vuestra esperanza en Nuestro Señor y atreviéndoos a mantener sus prescripciones."

4. "Lo segundo que debéis recordar: tened paz con todos los seres humanos, respetad a todos y a nadie agraviéis. Por nada del mundo avergonzaréis a otra persona. Calmaos, que digan de vosotros lo que quieran. Callaos aunque os combatan y no respondáis. Así demostraréis vuestra condición y vuestra nobleza, y todos sabrán que sois dignos representantes míos."

5. "Y lo tercero que os pido, es que no perdáis el tiempo que os ha dado la Divinidad sobre este mundo; ocupaos en lo que es bueno de día y de noche, no despreciéis el tiempo. Porque no sabéis si volveréis a vivir, o si reconoceréis vuestros rostros allá donde, de algún modo, se existe. Aprovechad esta vida."

6. "Basta con esto, que era mi misión. Haced en adelante lo que bien os pareciere. Toda persona que se atenga a su propio bien, allegará para sí lo bueno y conquistará la vida."

SOY MUJER XINKA

SOY UNA MUJER XINKA


Soy una mujer xinka, originaria, indígena, hija de la tierra, la luna y el sol, pertenezco a una cultura milenaria que hoy conservo como un tesoro…

Convivo con lo que me rodea, con la lluvia, el viento, la montaña, el cielo…

... Soy feliz en estas soledades… tengo tiempo para contar las estrellas, tiempo para poner mis sueños al día, para danzar con los pájaros sintiendo el aire fresco del amanecer y hablar en silencio con los animales, con las plantas, con los espíritus…

Sé sembrar con la Luna los frutos del alimento, teñir la lana para hacer el tejido, hacer medicina como me enseñó mi abuela, cantar al nuevo día.

Sé amasar sencillamente con fidelidad y con ternura…

Soy mujer de hueso y carne, mujer como la Madre tierra, fértil, callada, protectora y fuerte.

Yo no sé de economía, ni de bancos, ni de política ni subvenciones. Pero si sé cuando mi mundo está en peligro y sé cuándo las cosas son buenas o no.

No entiendo de muchas cosas, a la gente del gobierno que vienen con muchas promesas, palabras de aire cuando hay elecciones y después nada... A los que vienen a querer cambiar mi mundo, mis vestidos, mi espiritualidad, a mí.

No entiendo a los que roban. Los que experimentan con mis hijos, o les sacan sus órganos para los blancos ricos. Los que mienten. Los que me sacan las tierras, los que me explotan. Los que intercambian mi arte y mis tejidos por comida o alcohol y me pagan una miseria por el trabajo de meses para venderlos en las ciudades lejanas de Europa.

No entiendo a los que se hacen mis amigos para sacarme conocimientos. Los que vienen con grandes máquinas para talar el bosque. Los que agujerean la tierra para sacarle su sangre. Los que esconden en la comunidad basura en bidones para contaminarnos. Los que nos ponen vacunas. Los que experimentan con mi sangre, los que tienen buena fe y creen que vienen a ayudarme a integrarme poniéndome cables de luz y trayendo la "caja boba" para confundirme. Los que me ponen zapatos. Los que quieren cambiar mis costumbres ancestrales. Los que me miran como un bicho raro y me sacan fotos. Los que quieren que baile por dinero. Los que vienen con muchas palabras bonitas a hacer iglesias en nuestros lugares sagrados. 

Los que intentan esclavizarme con dependencias ajenas a mi cultura. Los que entran armados en nuestras tierras para echarnos. A los extranjeros que vienen de vacaciones de guerrilla a enfrentarme con los militares y luego se van protegidos a sus lejanas tierras… a veces las cosas se ponen peor para nuestra gente, nos apresan, nos matan…

Tampoco entiendo a los que me desprecian. Los que me ignoran. Los que no les importo nada y me roban todo, hasta mi dignidad…

Soy mujer fuerte y fulgurante sé lo que quiero… cambiar cosas, esas cosas que duelen dentro y se van agrandando como la impotencia, el desamparo, la destrucción, las palabras incumplidas, el desamor y ese sentimiento de estar siendo violada constantemente.

Quiero gritar ¡Déjenme en paz!… Quiero seguir viviendo así simplemente, con la tierra y mi gente, la que ríe, la que crea, la que vibra, la que vive la vida así como es, sin alterar las cosas, la que comparte, la que acaricia, la que no tiene prisa y ama sin esperar nada, la que no se aburre…

Quiero que me respeten, soy mujer de la tierra, fuerte como el árbol que resiste al viento como el junco en la corriente, firme como la montaña más alta, frágil como el colibrí y dulce como los atardeceres.

Soy mujer Xinka, hija de la tierra y el sol y aunque no entienda muchas cosas, sé lo que quiero, tengo esperanza y sé que las cosas van a cambiar.

EL PODER DE LA MUJER ORIGINARIA

EL PODER DE LA 
MUJER ORIGINARIA


"Según una antigua profecía Xinka llegará el día en que el espíritu femenino se despertará del letargo y luchará para eliminar el odio y la destrucción en la tierra; y dará inicio a un mundo de amor y paz, hermandad y armonía". 

En su largo camino de aprendizaje la mujer será capaz de encontrar su fuerza de voluntad, su coraje, el conocimiento y la energía necesaria para cambiar el curso de su propia historia, haciendo de cada dolor, de cada soledad, de cada tristeza, un mundo de alegría, de amistad y de plenitud.

¿Cómo se aprende a ser una verdadera mujer? 

Estudiando atentamente la naturaleza. Pero antes tiene que conocerte y aceptarte de quién eres en verdad. Tendrá que ser tu misma, si tú misma y nadie más. 

A menudo construimos nuestra vida recogiendo los pedazos de la existencia de los otros intentando plasmarlos sobre modelos impuestos desde afuera. 
Con estos trozos vamos tejiendo una manta para cubrirnos delante de los demás. 
Esto nos vuelve infelices. 

La verdadera mujer se descubre en su verdad y sigue su camino plenamente consciente de Sí misma. 
Son muchas las mujeres que intentan aparecer por aquello que no son y pocas las que toman tiempo en auto indagarse y descubrirse. 

La naturaleza te ha donado un cuerpo y un alma en los cuales reside el espíritu. 
Sólo tú como mujer y ningún otro fuera de ti tiene el derecho de cambiar tu vida. En el momento en que descubras a ti misma te encontrarás en el camino que te transformará en una verdadera mujer. 

El arma más potente de una mujer es su energía interior que la protege tanto a ella como a todos los que ama. Es por esta razón que tendrá que aprender a descender a su mundo interno: solamente cuando descubra su verdadera esencia podrá usar toda su energía interior. 

La sociedad contemporánea no quiere saber realmente sobre quién es la mujer y busca deformar su carácter desde el nacimiento. 

¿Qué aprende una mujer hoy en día de la sociedad? 

A falsificarse, a esconder sus verdaderos sentimientos, a cuidar sus propias opiniones, a enmascarar sus pensamientos. 

Un hombre cercano a una verdadera mujer se diviniza. Para descubrir los misterios de la divinidad el hombre debe penetrar en el corazón de la mujer porque la Pachamama quiere sólo aquello que la mujer desea. 

Si la Pachamama es amor, también la mujer lo es.
El hombre debe considerar a la mujer como la versión de la naturaleza creadora cuya moral se basa en el respeto por la vida. 

Antiguamente para aprender a ser una verdadera mujer era necesario recibir una iniciación. Tenía que entrar sola en el Templo del Puma y permanecer 7 días y 8 noches. Recostada sobre una piedra, conocía y saboreaba la verdadera soledad. La oscuridad más absoluta afrontaba su miedo a lo desconocido e inmersa en el silencio más impenetrable buscaba conocer su verdadera naturaleza. Era una batalla muy difícil. La lucha más dura de sostener no es aquella que se combate con un adversario sino contra sí mismo. 

Ahí, donde no percibía el más mínimo ruido, comenzaba a escuchar los sonidos emitidos por su cuerpo: los latidos de su corazón, los sonidos sordos de los pulmones, del hígado, del páncreas, del intestino, del estómago, de los ovarios...
Cada órgano entonaba su propia música: sonidos nunca antes escuchados. En aquél retiro absoluto, a través de la meditación, la reflexión y el análisis de toda su vida, la mujer vencía sus propios temores para averiguar quién era verdaderamente y para qué había venido a la tierra.

Aquella que entraba en el Templo de la Luna, salía preparada y consciente de su propio poder y su propia fuerza. Pero para poder comenzar su iniciación la mujer debía primero superar una serie de pruebas para mitigar su carácter y por lo tanto aprender, en el Templo, a controlar poco a poco el propio cuerpo y la propia mente. Ahí dentro era asaltada continuamente por dudas y temores: debía aprender a tener fe, porque quien no tiene fe en sí mismo está perdido. 

Concentrada sobre sí misma recorría desde el recuerdo todo lo que había hecho desde que había llegado al mundo. Por primera vez en su vida se afrontaba y se juzgaba a sí misma. Encerrada en aquel recinto la mujer debía aprender y atravesar la puerta de la eternidad sin temores. Y si lo quería realmente lograba hacerlo. 

Todas las mujeres pueden, es solo cuestión de voluntad. Si quieres algo, entonces puedes, basta simplemente que lo desees con todas tus fuerzas. 
Pero si tu voluntad es débil y frágil, entonces no lo lograrás. Una vez que hayas comprendido la potencia que reside en tu interior, podrás alzar tu cabeza, mirar con amor y dulzura y accionar al mismo tiempo con serenidad y determinación. 

Aquellas que entraban en el Templo de la Luna aprendían a tender un puente, era una de las pruebas que tenían que superar. 

A través de la mujer el hombre puede alcanzar lo Absoluto, por eso es tan importante para ella direccionar su propia energía. Si logra tender ese puente de energía, el hombre que lo recorrerá sabrá que ella es el camino capaz de conducirlo a la divinidad. 

En aquel lugar, templo del tiempo y del espacio, la mujer aprendía a entrar en armonía y en paz consigo misma. La armonía es fundamental para que cada elemento se uniforme a la unidad llamada Ser y la mujer pueda así gozar de la vida con calma, tranquilidad y seguridad. 

La mujer que conoce la armonía mantendrá la serenidad también en los momentos más difíciles; sus ojos reflejarán la pureza de su alma y se iluminarán de su belleza interior, aquella que nunca se deteriora. 

Una mujer armoniosa gozará de mayor salud y juventud que, compartida con su compañero, alargarán su existencia. 

Para poder ser iniciada la mujer tiene que volver al útero de la Pachamama y sumergirse en el océano de la vida. Tendrá que entrar en contacto con su propia intimidad y en armonía con los elementos simpáticos: la tierra y el agua. Solo así el espíritu podrá manifestarse. Tendrá que aprender a sobreponerse a las dudas, a los temores, al dolor, a los miedos, a la desesperación, al cansancio, al fastidio, a la frustración, a la desilusión. Mediante aquella prueba sabrá si su cuerpo trabaja en armonía con su mente en la individuación del peligro. Gracias a la preparación recibida aprenderá a ver y a sentir en la oscuridad, a comprender si es el momento de esperar o de accionar y en el momento que sus sentidos le avisen de la existencia del peligro, sabrá afrontarlo recurriendo a su prudencia, a su sabiduría, a su calma y a su serenidad. Y cuando finalmente logre superar cualquier tipo de peligro, entonces aprenderá a viajar en el tiempo y en el espacio.

Existe una profecía según la cual la tierra al comienzo del tercer milenio sufrirá profundos cambios. Llegará el momento en el cual el espíritu femenino se despertará de un letargo de más de cinco siglos para dar origen a un mundo de paz y armonía. La salvación de la humanidad está en manos de la mujer quien tiene que volverse verdadera para poder encontrarse con otras mujeres y unidas salvar la tierra…