¡AY DE TI JUTIAPA!!!!
En tiempo de elecciones emergen lide-razgos antiguos y nuevos, que una vez pasado el momento electoral se esfuman como las nubes, mientras los problemas y desafíos de los pueblos persisten como las rocas, haciendo más compleja y difícil la solución. Jutiapa es un vivo reflejo de esa realidad, pues la extrema pobreza se expande, la violencia es interminable y muchas de las instituciones del Estado no logran sus fines
A ello se suma la proliferación de liderazgos efímeros, poco consistentes en sus propuestas y de muy escasa conciencia social. Más bien son liderazgos electoreros buscando oportunidades de fácil enriquecimiento y protección de sus negocios. Esto se constata en el ámbito municipal donde no hay una clara estrategia de desarrollo integral, sino oscuros intereses de familias que en su desmedida ambición de poder y dinero ven la municipalidad como un botín, mientras los problemas estructurales persisten.
A nivel departamental sucede lo mismo. Cambian gobernadores cuando les da la gana o cuando lo dispone el cacique de turno. Los 50 millones que aproximadamente se asignan cada año para el departamento se distribuyen entre “obritas” de mal gusto, pésimamente construidas y de enriquecimiento fácil para diputados, alcaldes y demás burócratas que chupan como sanguijuelas el erario. Así un pueblo no sale del subdesarrollo.
La “tensión política” que vive el país se respira también en Jutiapa por el acarreo de gente, por la intimidación y amenazas que ejercen algunos candidatos, por la proliferación de gente armada, por la intolerancia e inmadurez política de ciertos líderes que en ocasiones anteriores han provocado hechos violentos o compra de voluntades.
Y no es para menos que exista ese clima tenso y preocupante, pues algunos candidatos ya han sido asesinados. Recordemos que a comienzos del año mataron al delegado departamental del Tribunal Supremo Electoral, Hilario Contreras López, hecho que aún sigue sin esclarecerse, como tantos otros que ocurren ante la mirada indiferente de las autoridades y el silencio cómplice de los ciudadanos.
La tensión política se agrava cuando se ve a personas con oscuros intereses y venidos de otros lugares buscando posicionarse en las alcaldías; también frente a la dificultad legal que algunos partidos están encontrando para inscribir a sus candidatos, y ante esa situación amenazan con manifestaciones públicas, que azuzadas por líderes perversos pueden provocar situaciones lamentables de mayor sufrimiento para el pueblo. Ciertamente a nadie se le debe negar el derecho de ser elegido, pero ante todo hay que cumplir con las leyes del país y no pretender burlarlas.
En estas elecciones el crimen organizado está más activo que nunca. Estas mafias van buscando el control territorial, donde alcaldías y políticos sin escrúpulos son clave para sus negocios de tráfico de armas, de droga, de personas y lavado de dinero. Es hora de que los ciudadanos despierten y tomen conciencia del enorme peligro que corremos todos. En anteriores procesos eleccionarios el electorado jutiapaneco ha respaldado opciones políticas de muy escasa honorabilidad y poca eficiencia. No se pueden repetir los mismos errores. Quien apoya a candidatos con oscuros intereses se hace cómplices de sus fechorías.
TOMADO DE: PRENSA LIBRE