¿País minero?
Guatemala
Magalí Rey Rosa
De los dos candidatos que volverán a disputarse la Presidencia de Guatemala en noviembre, ninguno se dignó a ir al único foro sobre minería que organizó Calas. El tema minero es importante para el futuro de nuestro país, y es imprescindible visualizarlo en toda su dimensión, y no ver solamente cifras felices, porque ese podría ser un error demasiado costoso. Desde que se empezó a debatir si Guatemala podía o debía ser un país minero, la ciudadanía se dividió en dos bandos.
Uno defiende la minería metálica a capa y espada —este bando se compone, por cierto, de un sector pequeño pero muy poderoso— y el otro no la quiere —bando mucho más numeroso que aglutina a quienes se ven o se verán directamente afectados, pues pierden tierra, agua, salud y paz, y a quienes creemos sinceramente que los daños ambientales y sociales que provoca la explotación de metales son demasiado altos e irreversibles, y que esta opción destruye muchas otras posibilidades que sí podrían beneficiar a la población guatemalteca—.
Queda claro que la explotación de metales nos divide más. En momentos como este, es vital que la ciudadanía se informe. Porque canadienses, chinos, rusos y otros quieren explotar nuestros recursos y estudian la mejor manera de conseguirlos al más bajo costo.
Comparto pequeñas cápsulas informativas para que la ciudadanía abra los ojos: 1. En diciembre del 2010, Goldcorp se jactaba públicamente —mediante comunicado de prensa— de haber sido admitida en el Índice de Sustentabilidad Dow Jones.
En septiembre del 2011, cuando botaron a Goldcorp de ese índice de sustentabilidad, no hubo comunicado de prensa para anunciar este retroceso. ¿Por qué la dieron de baja? No creo que se pueda decir que detrás del Dow Jones haya mitómanos o ecohistéricos… y estamos hablando de la misma compañía que logró“convencer” al Gobierno de Guatemala de ignorar la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
2. Kevin McArthur, el mismo que presidió Glamis —¿recuerdan la compañía que “arrancó” la mina Marlin?—, y luego Goldcorp, quien ahora preside Tahoe Resources, dijo que “su” mina Escobal no solo comprobará que es una mina de plata de categoría mundial, sino que será una máquina de hacer dinero. McArthur indicó también que en el área les dan la bienvenida, ya que el proyecto no se encuentra en territorio indígena.
3. En el excelente reportaje de Plaza Pública, “El níquel, los mapas y los campesinos de la tierra roja” cuentan cómo la Compañía Guatemalteca de Níquel, ahora en manos rusas, hace todo lo que puede para evitar que se conozca lo que sucede en las comunidades que quedaron atrapadas dentro de “su” territorio y tildan a los comunitarios de depredadores, peligrosos…
¿Quién, en Guatemala, está de acuerdo con destruir nuestra tierra? Porque así es como se explotan —al más bajo costo— los metales que guarda en sus entrañas.