ROSALINA TUYUC
UNA LUCHADORA INCANSABLE
VOZ DE LA MUJER INDIA,
PUEBLO MAYA GUATEMALTECO
El premio que se otorga a Rosalina Tuyuc en Tokio, no es un reconocimiento para ella en lo personal, sino un reconocimiento a la lucha y resistencia de las mujeres y pueblos mayas guatemaltecos por la defensa de sus derechos específicos, ante un estado y sociedad guatemalteco Racista, Excluyente y Discriminatorio.
Corría el año 1956 cuando en Tzanjuyú “Doña Lola” y don Francisco se alegraban por la llegada a este mundo de su primogénita a quien decidieron llamarla Rosalina.
Don Francisco Tuyuc era catequista y delegado de la palabra de la iglesia católica. En sus actividades religiosas involucró desde muy pequeña a su hija mientras crecía en cuerpo y conciencia. Desde su adolescencia, Rosalina se inició como activista en un movimiento juvenil y social en su tierra natal, que se dedicaba a la alfabetización, en la parroquia a principios de la década de los setenta.
Por su situación económica que caracterizaba a la mayoría de Comalapenses de la época, solamente pudo estudiar hasta cuarto primaria, pues el terremoto del año 1976, donde murieron más de 3 mil Comalapenses, interrumpió su educación. Pudo reanudarla años después por correspondencia y de esta manera logra completar su educación primaria.
En 1979 fue becada para estudiar el curso de enfermería en Cobán alta Verapaz, por su capacidad y compromiso con su gente. Con ello el Ejército de Guatemala creyó que se había unido a la guerrilla y por eso comenzaron a perseguirla.
En 1982 su padre Francisco Javier Tuyuc, fue secuestrado y asesinado por elementos del Ejército de Guatemala, junto a otras siete personas. Fue llevado a una base militar para luego ser torturado y crucificado. Esto para enviarle un mensaje claro a Rosalina y a sus dos hermanos, para que se presenten al destacamento militar a entregarse a cambio de la liberación de su padre.
El 24 de mayo de 1985, Rolando Gómez, el esposo de Rosalina fue secuestrado en la avenida Bolívar de la ciudad de Guatemala por agentes de la inteligencia militar G2. La desaparición de sus dos familiares y el darse cuenta que miles de mujeres mayas vivían en su misma situación provocada por el genocidio, la llevó a unificar su dolor y su esperanza las demás mujeres. Su esperanza desde este entonces fue encontrar con vida sus familiares o en todo caso hallar sus restos, para darles una digna sepultura.
En septiembre de 1988, ante los abusos que sufrían las mujeres por parte de los militares, Rosalina y miles de Mujeres crearon la Coordinadora nacional de Viudas de Guatemala, CONAVIGUA, como un grupo de mujeres que buscaban ayudas en iglesias, municipalidades o delegaciones internacionales que las pudieran auxiliar para mantener a sus hijos huérfanos del genocidio.
Rosalina Tuyuc Velásquez, con el miedo escondido bajo sus enaguas y con el linaje de su descendencia cargado en su perraje “a tuto”, nace a la vida política como la abanderada de CONAVIGUA para denunciar: Rosalina al frente de CONAVIGUA, preocupada por la vida de sus hijos huérfanos que iban creciendo, emprendieron una lucha para quitar la obligatoriedad, el carácter discriminatorio y deshumano del reclutamiento militar forzoso hacia los jóvenes mayas guatemaltecos. Lucha que hasta hace poco fructifico con la ley de servicio civil.
“Nos hemos quedado viudas porque nuestros esposos y familiares fueron secuestrados, asesinados, desaparecidos, torturados y masacrados” afirmaba. Al exponer la situación de miles y miles de mujeres mayas guatemaltecas: “Sin hombre en la casa y sin ninguna ayuda de la ley ni de las autoridades, nosotras tenemos que velar por todo: trabajamos la milpa, arreglamos nuestros ranchos, vendemos en el mercado y bajamos a la costa a levantar la cosecha de café para seguir vivas y conseguir una tortilla para nuestros hijos”. “En muchos casos los soldados, los oficiales del ejército, los comisionados militares, jefes de patrullas de autodefensa civil PAC y otras autoridades de gobierno entran en nuestros ranchos de noche y nos violan”.
A partir de entonces abandera las luchas por el respeto a los derechos de las mujeres indígenas, de sus hijos que están creciendo y por los derechos humanos en general. En contra del reclutamiento militar forzoso y discriminatorio. Exigen la disolución de las patrullas de autodefensa civil PAC, la búsqueda de sus familiares en cementerios clandestinos y con ello su gran aporte al proceso de diálogo y negociación que culminan con los acuerdos de paz en 1996.
Rosalina Tuyuc Fue electa diputada al congreso de la República de Guatemala de 1996 al 2000 y ha sido la primera y única mujer indígena que ha ocupado una Vicepresidencia de un parlamento de la Republica en Latinoamérica.
Durante el gobierno de Oscar Berger ocupó el cargo de Presidenta de la Comisión Nacional de Resarcimiento PNR, administración donde más se avanzó en el resarcimiento a las víctimas del conflicto armado interno, cuando en un periodo de 3 años se entregó en forma directa más de 60 millones de quetzales a las víctimas de su natal Chimaltenango.
En mayo del año 2012, por primera vez la Fundación Niwano galardona a una mujer indígena: Rosalina Tuyuc Velásquez por ser “un ejemplo inspirador de cómo las víctimas de la discriminación, racismo y la violencia institucionalizada, basándose en su fe, pueden trabajar juntas para luchar contra las violaciones de los derechos humanos y revertir las causas que las han dañado” y como un reconocimiento a su trabajo en favor de la paz y los derechos humanos en Guatemala.