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domingo, 26 de marzo de 2017

LEY QUE PROTEJA LOS TEJIDOS MAYAS


LOS TEJIDOS MAYAS SON PLAGIADOS Y VENDIDOS
Ley que proteja la propiedad intelectual y material de los artes mayas.
En este pais que sucede es un abuso; utilizan su imagen como atractivo, se roban sus diseños y explotan su tradición.
En Guatemala, el Movimiento Nacional de Tejedoras Mayas, conformado por casi 30 organizaciones de 18 comunidades, decidió presentar un proyecto de ley para reconocer la propiedad intelectual y colectiva de los pueblos indígenas como autores de los tejidos mayas milenarios, cansado del abuso del Gobierno de Guatemala y las empresas sobre sus creaciones textiles (güipiles). El Movimiento es liderado por la Asociación Femenina para el Desarrollo de Sacatepéquez (AFEDES).
La polémica se da porque el Estado ha utilizado la imagen de los pueblos originarios como atractivo turístico, pese a que las condiciones reales para ellos y la elaboración de sus trabajos, son precarias y desiguales. Además, son muchas las empresas que bajo el discurso de “prendas inspiradas en la cultura maya”, se están robando los tejidos que, en esencia, llevan en sí mismos toda una historia, cosmovisión y filosofía maya ancestral; esencia que se pierde al fabricar la prenda con maquinaria a escala industrial, y no a mano bajo una conciencia de lo que significa y representa. Lo que sucede es un abuso; utilizan su imagen como atractivo, se roban sus diseños y explotan su tradición.
Por estas razones, en mayo de 2016, demandaron al Estado de Guatemala por la omisión de normas que protejan sus creaciones textiles, mediante una acción de inconstitucionalidad ante la Corte de Constitucionalidad. Desde entonces, han recibido apoyo se ha generado un debate nacional en defensa de la autonomía indígena.
Después de esto, crearon la ley N. 5247 y tuvo el apoyo de más 16 diputados. Se presentó en febrero del 2017 y fue aceptada, ahora debe pasar al pleno del congreso. La ley pretende el reconocimiento de la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas, así como la autoría intelectual de los tejidos mayas, viéndose beneficiados por aquellas corporaciones que se lucren a costa de los tejidos y diseños mayas, declarándolos patrimonio ancestral.
Este es un acto más de resistencia indígena, de pueblos que luchan por conservar sus tradiciones milenarias y ancestrales ante cualquier estado o entidad que pretenda aprovecharse de sus saberes y su cultura.