LA MENSTRUACIÓN Y LOS XINKAS
La menstruación ha sido un tema tabú a lo largo de la historia, a veces considerada como un momento sagrado y otras veces considerada como algo impuro.
En algunas culturas indigenas asocian a la vulva con una herida y a la menstruación con la sangre que llega periódicamente a recordar la existencia de ella.
En sociedades antiguas xinkas recolectoras prehispanicas donde no usaba el control de natalidad, la menstruación era un evento distinto y el estado menstrual de una mujer se hace saber explícitamente, por lo que todos los miembros de esa sociedad saben que ella atraviesa un momento ‘sagrado’ o ‘especial’. Típicamente, no se la permite cocinar ni permitir que haya sexo hasta que el sangrado termine. La menstruación de una joven es a menudo un evento que celebrar en esas culturas. Entre los xinkas se acostumbraba que las mujeres se mantenian en una cabaña especial durante su período menstrual y eran acompañadas por grupos de ancianas y madres para ayudarse mutuamente en este proceso.
A lo largo de los años se han tejido infinidad de mitos y creencias con respecto a la menstruación:
- En los pueblos arabes se considera que la mujer estaba sucia cuando menstruaba, incluso entre los arapesh se construían carceles apartadas para las mujeres que tenían la regla.
- Entre egipcios y hebreos era un ritual obligatorio que la mujer se sometiera a baños especiales de limpieza al final de la menstruación.
- En la Biblia , en el Antiguo Testamento se consideraba que la mujer era impura durante su periodo menstrual. Incluso se llegó a calificar de pecaminoso que una mujer entrara en el templo durante sus días de regla.
- En la China antigua estaba establecido que la sangre menstrual no debía tocar el suelo por temor a ofender al espíritu de la Tierra.
Plinio (Siglo I D.C.), en sus escritos, llega a describir la regla en términos de "veneno fatal que corrompe y descompone la orina, hace perder las semillas de la fecundidad, marchita las flores y hierbas del jardín" o "el contacto con la sangre menstrual hace que el brillo del acero y el marfil desaparezcan".
- Entre los antiguos griegos, Hera era la diosa responsable de la menstruación y esta etapa de la mujeres era la mas respetada porque la diosa habitaba en su interior.
- Tribus australianas y muchas centromeridionales de América están convencidas de que la mujer en período menstrual perjudica la pesca, por lo que, para evitar influjos negativos, se les prohíbe acercarse a la orilla para no dañar la pesca del día.
- Tribus africanas tienen la idea de que si una mujer esta menstruando no se debe acercar a una vaca que da leche, ya que puede provocar infertilidad del animal.
- Indigenas en colombia tienen la idea de que si una mujer esta menstruando y toca las flechas para la caza, estas ya no servirán y deben desecharlas.
- Tribus de Nueva Guinea encierran en las cabañas a las mujeres que están menstruando para que no arruinen las cosechas.
- En europa se creía que si las mujeres tocaban la carne o la mantequilla esta ya no era comestible, así como, si tocaban el vino este se convertiría en vinagre.
- En la iglesia griega, la mujer no podía comulgar durante la menstruación y, además, el concilio de Nicea les prohibió entrar a las iglesias.
- En la Biblia (Levítico 15, 19-28) se menciona que el tiempo de la menstruación se debe considerar como impuro, sicio, pecamiso y la mujer en tal condición deberá guardar una serie de restricciones.
El ciclo menstrual se relaciona con la vergüenza y con la naturaleza oscura e incontrolable de las mujeres. Y esta historia es larga desde que comenzó el patriarcado, de diferentes maneras han intentado ocultar el poder de la mujer solo para dominar y controlar, pero la historia no viene al caso ya que el tabú asociado al ciclo menstrual sigue vigente hoy. No por tener MP3 y Blackberry nos hemos librado de los prejuicios históricos.
Aparte de la violencia y el miedo, nada ha sido tan eficaz para relegar a la mujeres a un lugar secundario que la degradación del ciclo menstrual.
Toda nuestra sociedad (materialista y mecanicista) nos mantiene desconectadas de lo que sabemos y sentimos.
Desatendemos nuestros sentimientos, intuición, espiritualidad y todas las experiencias de la vida que no se pueden juzgar con la parte racional de la mente o medir con los 5 sentidos, pero nuestra guía interior nos llega primero a través de nuestros sentimientos y la sabiduría de nuestro cuerpo, no a través de la compresión intelectual.
Y ese es precisamente el poder de la menstruación.
Hay una estrecha relación entre el psiquismo de la mujer y el funcionamiento de los ovarios a través de las hormonas:
• Antes de la ovulación estamos extrovertidas y animadas
• Durante la ovulación estamos muy receptivas hacia los demás
• Después de la ovulación estamos mas introvertidas y reflexivas
En la antigüedad, fue a través de este estado alterado de conciencia de la menstruación que las chamanas, curanderas y más adelante las sacerdotisas, aportaron al mundo y a su propia comunidad su energía, claridad y conexión con lo divino. El papel de estas mujeres fue fuertemente reprimido por la religión patriarcal pero perduró de forma clandestina en la adivina o BRUJA como el último vinculo con las primitivas religiones matriarcales. Lo que en el pasado se llamaba brujería era muchas veces capacidades femeninas: entender el propio cuerpo y responsabilizarnos de la salud.
Ya sabemos los que pasó con las brujas verdaderas, falsas y casi todo lo que llevaba faldas durante la oscura e inflamable Edad Media y en la historia posterior.
Y con el paso del tiempo la sociedad negó la existencia de estos poderes femeninos. Pero negar no significa que no existan.
Entender como funciona nuestro cuerpo y como se relaciona con la naturaleza y nuestras emociones es un paso efectivo para rescatar la sabiduría ancestral de nuestro amor puro y femenino.