ARTE ANCESTRAL
Construcción de una ocarina globular
Se pueden utilizar distintos métodos para hacer una ocarina: por modelado y vaciado, por pellizco, usando moldes de yeso, etc. La ocarina que veremos primero se puede hacer por modelado directo y vaciado como en las fotos, y nos dará una escala de siete notas. Se comienza modelando el cuerpo en forma de huevo, de unos 8 X 5 cm., un poco aplanado en un costado.
Foto Nº 1
Al mismo tiempo se prepara la embocadura que hará de silbato, poniendo un palito de helado para dar forma al canal de aire. Ésta debe más fina del lado donde apoya la boca el ejecutante. Es necesario esperar a que el cuerpo de la ocarina se oree un poco, para proceder a cortarlo por la mitad y vaciarlo con un desbastador. Las paredes deben quedar de un espesor parejo (unos 2 ó 3 mm.) y la superficie interna lo más lisa posible.
Foto Nº 2
En la foto se muestran las dos mitades del cuerpo de la ocarina una vez vaciadas. Todavía no deben ser unidas: antes de eso se prepara el silbato que se unirá a la parte más angosta.
Foto Nº 3
Colocando el silbato en posición, se talla el bisel que debe quedar alineado al canal de aire formado por el palito. La ventana que se forma no debe ser muy estrecha porque no se produciría el sonido, pero tampoco muy grande. Esta operación es muy delicada, es importante no apurarse y esperar que la arcilla tenga una consistencia apropiada (como la cáscara del queso).
Foto Nº 4
El silbato debe sonar ya desde antes de pegarlo definitivamente. Se lo prueba apoyando la palma de la mano sobre la mitad abierta de la ocarina. Antes de fijarlo definitivamente en su ubicación, se pegan las dos mitades del cuerpo, cuidando de que no queden rebabas de arcilla en el interior, que provocarían distorsiones en el sonido.
Foto Nº 5
Al pegar definitivamente el silbato, se prueba de nuevo el sonido (esto es muy importante). Si no sale limpio, se corrige la posición hasta que suene bien, para ello el aire debe dar sobre el filo del bisel. A modo de enganche para poder colgar la ocarina se pone por detrás una pequeña “oreja” que refuerza la unión de las dos partes.
Foto Nº 6
Hasta aquí hemos dado forma al cuerpo de la ocarina. En este momento debemos dar terminación a la superficie del instrumento, puliéndola con sierrita y estecas de madera, a fin de prepararla mejor para su posterior acabado con engobes.
Lo que sigue es la realización de los agujeros tonales, que son siete en total: dos pequeños y cinco más grandes. La operación de abrirlos debe hacerse con sumo cuidado, evitando en todo lo posible crear rebabas internas de arcilla que interferirán en la producción de un sonido limpio. Se hacen los dos primeros agujeros con una punta de unos 2 mm., el externo será un poco más grande que el interno. Debemos probar cómo suena para agrandar los agujeros si es necesario. Al descubrir el más pequeño debe darnos un semitono (medio tono) al descubrir los dos, dará la 2ª nota (un tono completo).
Foto Nº 7
El tercer agujero se hace mediante una varilla de paraguas, con el mismo cuidado de no dejar rebabas en el interior de la ocarina. Dejándolo destapado y tapando los dos primeros nos dará la tercera nota, si destapamos los tres, la cuarta nota. Los agujeros deberán ser corregidos a medida que la ocarina va secando; no hay que apurarse a abrirlos demasiado. El cuarto agujero se abre al igual que el anterior, pero será más pequeño. Destapando todos los agujeros tendremos aquí la 5ª nota de la escala. Siempre se prueba el sonido a medida que se va avanzando en el trabajo.
Foto Nº 8
Como se puede apreciar en la foto, el tamaño del 3er agujero es bastante mayor: se lo hace sesgado en dirección al silbato, esto nos permite no tener que agrandarlo tanto. De lo contrario podría ser incómodo para la ejecución, al ser demasiado grande.
Los siguientes agujeros irán del lado opuesto de la ocarina, enfrentados por pares con los anteriores. Se verá que el 4º, 5º y 7º son de tamaños similares, al igual que el 3º y el 6º. Ésta es una regla general, aunque a veces será necesario retocar un poquito alguno para que nos dé la nota correcta en la escala. Acá se muestra la ubicación del 5º agujero, semejante al anterior. Con todos los agujeros destapados, llegamos ahora a la 6ª nota de la escala.
Foto Nº 9
Se hace el 6º agujero tonal de manera similar al tercero, más grande y sesgado en dirección al silbato. Al destapar todos, en este momento tendremos la 7ª nota de nuestra escala.
Foto Nº 10
Con el 7º agujero se llega a la octava nota (con todos los agujeros destapados), completando así la escala.
Foto Nº 11
La construcción de la ocarina a mano es laboriosa pero permite entender bien los mecanismos que llevan a producir un buen sonido. Una vez que se ha llegado a un modelo satisfactorio, puede intentarse su reproducción por molde de yeso a presión (molde de apretón).
Esquema de la ocarina
Corte vertical
(a), (b) y (c): agujeros tonales. (d): bisel del silbato. (e): canal del aire. (f): caja de resonancia. (g): oreja para colgar la ocarina.
Vista desde arriba
(a), (b), (c), (d), (e) y (f): agujeros tonales; (g): bisel y ventana del silbato.
Otras consideraciones.
Pensamos que la mejor arcilla para hacer las ocarinas es la de baja temperatura, porque prácticamente no tiene encogimiento en el horneado. Puede ser blanca o roja, eso es indistinto; no debe tener chamote ni arenas que molesten en los detalles delicados del instrumento, como el bisel del silbato.