ROMANCE DE LA
MADRE LUNA
Despidió a la tarde con su luz de amapola;
victoriosa y lejana, alumbrando la Puna.
... Soltaba en la noche su peinado de estrellas,
clara y bella detrás de los cerros, la luna.
Caminaba lento el mármol de su figura,
celebrando la alianza del agua y el fuego.
Su rocío borgoña encendió la madera,
y floreció la albahaca aromando febrero…
En su misterio derramé mi sombra,
un carnaval de tambores agitó su esmeralda.
La descubrí al danzar más hermosa que nunca,
y me quedé apunada en su rostro de plata.
En su memoria traía el grito del hombre;
una arboleda de máscaras desnudaba el tiempo.
Y un viento ancestral, mineral en los ojos,
sepultaba en la tierra siglos de silencio.
Destejió a la noche en el telar del alba,
el candil de su enagua apagó lentejuelas.
Se ocultó en soledad tras el manto del día,
llevando mi romance tallado en su arena.