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PUBLICACION REVISTA D

lunes, 13 de octubre de 2014

LA MUJER XINKA EN LA SOCIEDAD POSTCOLONIAL


LA MUJER XINKA 
EN LA SOCIEDAD POSTCOLONIAL

Desde el momento de su nacimiento, a la niña se le determinaba para permanecer en el hogar, habia perdido gran parte de su naturaleza como guia, lider y comunicadora,  su labor era preparar los alimentos, educar a los hijos y dedicarse al tejido de las ropas familiares, para ello la "Umala" (partera) enterraba su ombligo - acabado de cortar- en el suelo del hogar como símbolo de lo que debía ser. 

Luego la partera la lavaba ofreciendo la criatura a la Madre del agua para que ésta limpiara todas las impurezas del nacimiento luego dando un baño con agua y sal para purificar esa nueva energía que había nacido, y pudiera ser bienvenida al mundo. 

Las niñas y doncellas eran educadas por sus maestras y sus madres, existia un circulo de educación dentro de la comunidad Xinka antigua, eran las "Narila" (que enseña y guia el conocimiento), aprendían los valores y principios, la cosmovisión, deberes cotidianos, el servicio y adoración a sus ancestros así como también recibían una rígida educación ya con invasión del catolicismo. 

La madre tenía un deber con las hijas, cuando se convertían en Xuraya (doncellas), les aconsejaba un buen comportamiento, haciéndoles notar su origen noble y previniéndolas sobre los miles de trabajos que acompañan a un momento de placer; durante el día deberán entregarse a sus labores y por la noche consagrarse a las cosas de Dios; deberán aprender bien su trabajo propio de la mujer, aprender el tejido y la molienda, la preparación de los alimentos para que sea respetada y valorada; la palabra, el silencio y la responsabilidad, era su obligación conservarse sin mancha como las piedras mas preciosas, para que llegado el momento cumpliera con el mandato divino de hacer generación por vía de hombre y de mujer para hacer multiplicación y generación. 

La suavidad de la lengua y la educación del hombre antiguo se conjuntaban para expresarse de una forma bella y amorosa, llena de respeto para dirigirse a la mujer y a sus mayores; el ideal femenino lo comparaba con las cosas mas preciosas de aquél tiempo, el futuro de la mujer, si bien estaba determinado al hogar y era conocedora de las penas y sufrimientos que la vida le deparaba, su destino como mujer era bueno. Su misión de esposa y madre, así como el oficio que desempeñara eran bien reconocidos y valorados.

Debía esperar al que sería el compañero de su vida, el que los abuelos le depararan, debía colaborar en los afanes de su marido, si fuese necesario desempeñará un oficio, de hilandera, tejedora, vendedora en el mercado, artista de flores, casamentera o curandera. Siendo anciana tomará los atributos de la Gran madre, y será rescoldo de su hogar, luz que guia el camino, espejo sagrado y energía de paz.

ADAPTACION.