EL HEROE NACIONAL
Kaibil Balam significa, en lengua Mam, “el que tiene la fuerza y la astucia de dos jaguares”. Fue príncipe del Reino Mam e hijo del gran Acab.
El imperio Mam se encontraba ubicado en lo que hoy en día es el municipio de Huehuetenango, en Guatemala. Kaibil Balam, como príncipe y heredero del trono del imperio Mam de la dinastía Akita, debía estar a la altura de sus antecesores. No solo en cuanto a la rectitud moral propia de su estirpe: además debía mostrar tenacidad, valor, honor y sacrificio en una serie de pruebas que lo harían demostrar si era merecedor al trono real.
De acuerdo a una de las pruebas impuestas, Kaibil Balam tuvo que recorrer grandes distancias, perseguido por los mejores guerreros del reino: los miembros de la unidad Quachiq. Sin embargo, él conocía muy bien las técnicas de supervivencia, cacería y guerra, y superó la prueba.
A la edad de 31 años Kaibil recibió el trono de su reino, para convertirse en el príncipe guerrero más letal de su mundo.
Xinabajul (actual Huehuetenango) fue una de las ciudades más grandes del imperio Mam durante la conquista. Mam significa “tierra de los ancianos”, puesto que allí se encontraba un oráculo de seis ancianos a los cuales acudía la realeza de la sociedad maya para obtener consejo sobre qué le deparaba el destino (algo muy parecido al Oráculo de Delfos en Grecia).
Los españoles llegaron a la actual Guatemala en 1525, capitaneados por Gonzalo de Alvarado y Contreras (hermano de Pedro de Alvarado). Ante la invasión, la mayor parte de la población se refugió en la ciudad fortificada de Zaculeu, la que les ofrecía mayor defensa. El asedio se intensificó por más de diez meses, que fueron muy duros para todos.
Cuando el imperio estaba al borde de su colapso, a Balam le tocó rendirse ante los españoles, pero no lo hizo por completo. Tomó 120 guerreros y huyó con ellos hacia la Sierra de los Cuchumatanes, donde se dedicaron a “darles caza” a los españoles, implementando técnicas de guerra de guerrilla, emboscando y matando a sangre fría al enemigo.
Hay muchas leyendas en torno a su figura. Se dice que el hermano menor de Kaibil Balam le traicionó llevándose a escondidas a la mujer que Kaibil amaba. La llevó con engaños, diciéndole que eran órdenes de su hermano. Pero el héroe, sin comprender lo que sucedía, les dio persecución y los dioses, de su lado y enfurecidos, convirtieron a los traidores en piedras. Las famosas piedras de Captzin.
La más famosa de las leyendas es aquella que dice que Kaibil nunca fue capturado ni asesinado por los soldados invasores, lo que generó la creencia que es inmortal. Hay quienes afirman que su espíritu indomable aún anda vagando por la Sierra.
Uno de los lemas de Kaibil fue inmortalizado por la élite Los Kaibiles del Ejército de Guatemala, creada en 1974: “Si avanzo, sígueme. Si me detengo, aprémiame. Si retrocedo, mátame”. Es más, muchos guatemaltecos se preguntan cómo es que Kaibil Balam no es héroe nacional.
Ahora conoces a este gran guerrero que la historia no puede darse el lujo de olvidar. Es tu turno de compartirla con alguien más.