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PUBLICACION REVISTA D

martes, 7 de diciembre de 2010

UN POCO DE HISTORIA

Una teoría sugiere que los primeros xinkas atravesaron el océano Pacífico en barcas provenientes de Bolivia o Perú. Según David Pineda, encargado del área etnológica del Museo Nacional de Arqueología y Etnología, otra hipótesis indica que se trata de migrantes de Nicaragua, Costa Rica o Panamá.

También podrían ser grupos náhuatl que vinieron de México. Mientras, la antropóloga Marcela Tovar, en su Perfil de los Pueblos Maya, Garífuna y Xinka, menciona que pueden ser descendientes de las etnias Zoques-Mixes, de las regiones de Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
Lo cierto es que la conquista y colonización españolas rompieron las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales de los xinkas, provocando una disminución considerable de la población, la cual fue evangelizada, esclavizada y desplazada. Como los demás pueblos indígenas, también cayeron víctimas de la exclusión y el racismo que se ha consolidado desde esa época.
Posteriormente, la opresión del aparato estatal, el servicio militar obligatorio, el conflicto armado interno, las migraciones y el proceso de mestizaje, entre otros factores, hicieron que la cultura xinca se transformara y perdiera una parte de los elementos que conforman su identidad, sobre todo el idioma, sus trajes y muchas de sus tradiciones.


Se dice que Pedro de Alvarado el 28 de julio de 1524  envia una carta a Hernán Cortéz donde Francisco Fuentes y Guzmán manifiesta “Alvarado  entro en contacto  con los Xinkas por primera vez después de vadear el rio Michatoya e ingresar al pueblo de Atiquipaque, es un pueblo bárbaro, viven entre los arboles, nos atacan con piedras y trampas, tienen lanzas y flechas envenenadas, sus  magias son poderosas al herirnos nos hacen dormir por días".
Posteriormente se dieron varias batallas  pero al darse por vencidos los españoles en el combate, utilizaron una estrategia de negociación, en la cual engañaron al pueblo xinka haciéndoles esclavos, en venganza a la gran humillación que sufrieron en el campo de batalla, ya que los españoles  fueron heridos en lo más profundo de su orgullo, declarando al pueblo xinka un pueblo rebelde, obligándoles a dejar y olvidar su espiritualidad.
El pueblo xinka permanece como esclavo durante nueve años, durante los cuales son obligados a construir el puente de los esclavos, al concluir la construcción de este,  se les devuelve su libertad y son obligados al volver a sus tierras a comprar a los españoles la tierra que por derecho ya les pertenecía.
 y continúan viviendo con una gran represión en su contra, penando las practicas de su espiritualidad con crueles castigos.