"EXTINGUIRNOS O LUCHAR"
IDIOMAS INDÍGENAS
Como en la historia europea del siglo pasado, dictadores buscaron el exterminio de pueblos, países, culturas o religiones, bajo ese acoso y asesinato se encuentran cientos de lenguas que desaparecieron en América Latina y el Caribe en los últimos 500 años y varias de las más de 600 que aún sobreviven podrían correr la misma suerte dentro de poco.
Agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y algunos expertos sostienen que se trata de una tragedia evitable, pero hay quienes lo ven como un destino consustancial a toda lengua.
Enfrentadas a la cultura occidental y a la presencia dominante del castellano, portugués e inglés, lenguas indígenas como el kiliwua en México, el ona y el puelche en Argentina, xinka y el Itza en Guatemala, el amanayé en Brasil, el záparo en Ecuador y el mashco piro en Perú, apenas sobreviven por el uso que hacen de ellas pequeños grupos de personas.
Pero también hay otras como el quichua, aymara, guaraní, maya y náhuatl, cuyo futuro parece más halagüeño, pues en conjunto las hablan más de 10 millones de personas y muchos gobiernos apadrinan su existencia con distintos programas educativos, culturales y sociales, invisibilizando al resto que se denominan "MINORÍAS ÉTNICAS" y con esto se les estigmatiza llevándolos al colapso total de su cultura buscando con esto su extinción y su "aculturación" a las dominantes.
En el mundo hay alrededor de 7.000 lenguas en uso y cada año desaparecen 20 (veinte). Además, la mitad de las existentes están bajo amenaza de extinción, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco).
Esta agencia, que promueve la preservación y diversidad de las lenguas en el mundo, sostiene que la desaparición de un idioma es una tragedia, pues con ella se esfuma una cosmovisión y una cultura particulares.
Lenguas indígenas mayoritarias en hispanoamérica
Pero no todos lo ven así. "La extinción de lenguas es un fenómeno consustancial con la existencia misma de ellas, y ha venido sucediendo desde que el hombre emitió su primer sonido con valor lingüístico".
"No hay nada en las lenguas que diga
que deba desaparecer una y mantenerse otra. Toda desaparición de lengua y cultura es una tragedia mayor de la humanidad. Cuando ocurre, se extingue una experiencia humana única e irrepetible, una pagina del libro de la humanidad es arrancada y no puede volver a crecer, es una epidemia para nuestra sociedad”.
Es posible planificar la revitalización de lenguas para que no mueran, pero que los esfuerzos que se hacen al respecto en América Latina y el Caribe son aún pequeños por no llamarlo escuetas y tocando el etnocentrismo.
Cuando llegaron los europeos a América, en el siglo XV, había entre 600 y 800 lenguas sólo en América del Sur, pero con el proceso colonizador "la inmensa mayoría desapareció y en este mismo momento, hay lenguas en proceso de extinción por el contacto desigual entre la sociedad occidental y algunas sociedades indígenas".
Las lenguas desaparecen por evolución natural, lo que es entendible, o por la presión cultural y por la "discriminación" que sufren sus hablantes.
Es contra la segunda causa que muchos gobiernos, agencias internacionales y académicos enfocan sus esfuerzos, pues se trata de algo inaceptable. En este campo, en América Latina y el Caribe estamos apenas transitando por una etapa de “sensibilización” mientras algunas decenas desaparecen.
Según la Unesco, la mitad de las lenguas existentes en el mundo podría perderse dentro de "pocas generaciones", debido a su marginación de Internet, presiones culturales y económicas y el desarrollo de nuevas tecnologías que favorecen la homogeneización. El organismo difundirá en mayo un amplio estudio sobre las lenguas en la Amazonia, varias de ellas habladas por muy pocos individuos, con lo que aspiran a llamar la atención sobre el fenómeno.
En las selvas amazónicas sobreviven pueblos indígenas aislados, que se niegan a tener contacto con el mundo occidental y su "progreso". Suman unas 5.000 personas pertenecientes a varias etnias, entre ellas, los tagaeri en Ecuador, los ayoreo en Paraguay, los korubo en Brasil y los mashco-piros y ashaninkas en Perú.
De acuerdo con Rodolfo Stavenhagen, relator especial de la ONU sobre Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de los Indígenas, esos nativos enfrentan un “verdadero genocidio cultural”. "Me temo que en las circunstancias actuales es muy difícil que sobrevivan muchos años más, pues el llamado desarrollo niega el derecho de esos pueblos a seguir siendo pueblos”.
Aunque el universo de idiomas y lenguas en uso en el mundo es alto, la gran mayoría de la población habla apenas un puñado de ellos, como el inglés o el español.
Para garantizar que la diversidad lingüística se mantenga, la comunidad internacional acordó en los últimos años una batería de instrumentos internacionales y expertos organizan periódicas citas donde analizan el tema.
Desde 1999 y por iniciativa de la Unesco, cada 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna. Además, existen acuerdos en el sistema de la ONU, como la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural y su Plan de Acción, de 2001, y la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, de 2003.
También está la Recomendación sobre la Promoción y el Uso del Plurilingüismo y el Acceso Universal al Ciberespacio, de 2003, y la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, de 2005.
Nuestro país reconoció la lengua materna como parte de su patrimonio cultura y diverso a partir del 2011 y se le protegió a través de una ley donde se les reconocen como "idiomas nacionales" al lado del castellano.
Es de vital importancia trabajar por la preservación de las lenguas y los idiomas, aunque el número de sus usuarios sea pequeño, pues "son marcas de identidad que merecen el máximo respeto y atención científica, son parte de la identidad de un país y parte del a diversidad cultural como un patrimonio tangible del mundo ”.
Como Xinkas y Garifuna no tenemos cientos de científicos, arqueólogos, antropológos, lingüistas, cooperaciones llamando a los países para la protección como sucede con el Maya; porque no somos material para ser comercializado, Aun asi, seguimos aquí, luchando por no ser invisibles, ser silenciados y extinguirnos en la opacidad de la accidentalización moderna, somos parte del patrimonio cultural y de la diversidad lingüística de Guatemala.