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PUBLICACION REVISTA D

sábado, 22 de septiembre de 2012

MATLATZINCA Y LOS ZINCAS DE GUATEMALA FAMILIA HERMANADA


MATLAT-ZINCA, TLATZINCA, COHUXINCA, ZINCA Y XINKA UNA FAMILIA HERMANADA DESDE MÉXICO HASTA NICARAGUA.

Los historiadores de la Conquista española mencionan el nombre de esa región al relatar cómo pensaban recibir los señores del altiplano central a los españoles. La actitud de los pueblos de "hacia el poniente", es decir, los del centro y sur del valle de Toluca, fue de rechazo al invasor y de hostigamiento a los indígenas aliados a los españoles. Eso ocurrió con los de Cuernavaca cuando fueron amenazados por los malinalcas; en esa ocasión Cortés designó a Andrés de Tapia para que sometiera a los "rebeldes". A juzgar por el número de soldados españoles que combatieron a los malinalcas, éstos no debieron de ser muchos y sus armas fueron, lógicamente, inferiores. Según parece, un elemento que ayudó a evitar que se les aniquilara completamente fueron los cerros, inaccesibles para la caballería. Las tropas españolas regresaron a sus "reales" después de varios días de combate. Cortés dio a Tapia un plazo de 10 días para ir, combatir y regresar. Tapia volvió en el tiempo convenido.

Al parecer, dos días después de que Tapia regresara, unos otomíes del valle de Toluca se presentaron ante Cortés, se quejaron de que los matlatzincas y tlatzincas (Familia Szincas yTz'imcal, Sinagua en el territorio de la baja Guatemala) ya en el área de Guatemala, "nación poderosa y guerrera", tenían planeado atacar a los hispanos. Cortés despachó a Gonzalo de Sandoval a combatirlos. Según las crónicas, este contingente atravesó un río y dejó muertos a unos 1000 matlatzincas. Clavijero dice que Sandoval sitió la ciudad (no se da el nombre de ella, pero es de suponerse que era Toluca), obligó a los enemigos a abandonarla y a guarecerse en una fortaleza construida en un monte escarpado. Los españoles entraron en la ciudad, la saquearon e incendiaron. Pospusieron el ataque a la fortaleza para el día siguiente, pero la encontraron indefensa. Cerca de allí había otras aldeas "enemigas" que se rindieron sin dar combate. Sandoval los recibió "con la mayor benignidad" persuadiéndolos de las ventajas de aliarse a los españoles. El capitán español regresó al cuartel general y cuatro días después de su arribo a Tenochtitlan se presentaron unos señores matlatzincas y cohuxincas a "pedir perdón" por los acontecimientos pasados. Desde entonces establecieron una confederación que fue muy útil a los españoles para luchar contra los mexicas.

Los otomíes se enteraron de que los españoles atacarían Malinalco, y se acercaron a Cortés para quejarse de que vivían como esclavos en Tenochtitlan y de que los de Matlatzinca y los Cohuxincas les hacían la guerra y quemaban sus pueblos. Además, tenían conocimiento de que los matlatzincas combatirían a los españoles. Aquí Hernán Cortés fue más cuidadoso en su relato. Precisa que el campo de batalla de Matlatzinco estaba situado a "22 leguas de nuestros reales". Despacha a Sandoval con un ejército más numeroso que el que dio a Tapia. Los pormenores de la campaña fueron que Sandoval durmió en un pueblo otomí frontero a Matlatzinco. Al día siguiente llegó a unas estancias otomíes que encontró despobladas y quemadas. En el camino, los españoles recuperaron provisiones que no pudieron llevarse los que habían huido y que consistían en maíz y "niños asados" (probablemente perritos de la variedad itzcuintli). El ejército español llegó a un río donde había muchos enemigos, a los cuales persiguió la caballería. Atravesaron el río y se dirigieron al pueblo de Matlatzinco, que estaba a "tres leguas de allí, donde los de a caballo encerraron a los que habían huido". Entre otomíes y españoles se calcula que posiblemente sufrieron el ataque de más de 4000 enemigos matlatzincas, 500 sincas y 1000 cohuxincas . Mujeres y niños se refugiaron en un cerro muy alto. Sandoval suspendió el ataque porque las tropas estaban fatigadas, y por las enormes perdidas de soldados y ya era de noche. Se ordenó el regreso de las tropas españolas, y a los cuatro días de que habían retornado a su base, los señores de Matlatzinco, Malinalco, y Cuision (cohuxincas) pidieron perdón, pero era un ataque fingido,pues lo esperarían sus hermanos  simcas, cohuxincas, mazahua, coixcas, en el territorio ya guatemalteco.

Los acontecimientos sucedieron varios días después del sitio de Tenochtitlan. Cuauhtémoc, para obtener ayuda de matlatzincas y malialncas, les envió cabezas de caballos, manos y pies de hombres españoles para demostrarles que los hispanos no eran dioses.... continuará