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PUBLICACION REVISTA D

MUSICA Y DANZA

LA MUSICA XINKA Y SUS INSTRUMENTOS

LAS VOCES ANCESTRALES EN LA ETERNIDAD




Se tiene poca información acerca de la música de los xinkas pues, del mismo modo que su literatura, arquitectura, se ha perdido mucha información. Sin embargo, a través de los hallazgos arqueológicos en tumbas, cuevas, centros religiosos, antiguas construcciones en grutas se han encontrado representaciones de los instrumentos musicales  en las pinturas murales, esculturas, vasijas.
Antiguos cronistas refieren que los xinkas eran amantes de la música, que complementada con la danza, eran elementos inseparables del ritual y las ceremonias ligadas a la visión de su mundo mágico-religioso-energetico.
Refieren que “La música, los ruidos y la luz son factores amigos que actúan a distancia para alejar a los enemigos, para ahuyentar a los poderes adversos, o para pedir ayuda de las fuerzas amistosas".
Los instrumentos musicales que usaban los xinkas de la antigüedad  eran silbatos hechos con  huesos de venado, hueso de cerdo de monte, caparazón de paulinia. También caracoles grandes, caparazón de "jute", flautas de caña, flautas de madera, conchas de tortuga y materiales como piedra, jadeita, onix y arcilla. Muchos de ellos han desaparecido pero actualmente todavía es posible ver el tambor llamado tuntun. Este instrumento posee una gran trayectoria desde épocas remotas. Su uso demuestra la importancia del ritmo: cuando éste es vigoroso, no tiene mayor necesidad de melodía y produce un efecto casi hipnótico. 
Los Xinkas construían el cuerpo de los tambores con maderas de calidad resonante afinando el sonido por medio del calor,  también lo hacían con barro, afinándolos a través de la tracción. El parche era fabricado con pieles de gato de monte, venado, cerdo de monte.  El tipo más corriente era el vertical, de parche sencillo.
  También se sabe, que los indígenas construían tambores con la concha de una tortuga terrestre muy abundante en los lagos y lagunas de Jutiapa, Jalapa, Santa Rosa y Chiquimula. Ciertos autores hablan de tamborines de agua, aparatos que según parece, tenían un agujero para aumentar o disminuir la cantidad de líquido que regía la resonancia de los mismos.
El  llamado tambor de madera seca hora turun, es un tambor de madera con una hendidura en cuyos extremos hay dos lengüetas de piel de venado. Se toca con los dedos o con dos palillos hechos de caña o con bolitas de barro en sus extremos recubiertos por sabia de árbol de Uhuxte, su sonido alcanza grandes distancias, siendo muy usado para transmitir mensajes en  los cerros o en las ceremonias mágicas religiosas.

PITO CEREMONIAL DEL PENSANTE... ENCONTRADA EN  JUTIAPA
UNA GRUTA ANTIGUA CON UNA VASIJA FUNERARIA.
Las trompas o trompetas Para dar mayor volumen al sonido del caracol, se prolongó su canal interior, y el extremo opuesto a la embocadura, se expandió en forma de campana. Entre los pueblos Xinkas, las trompetas alcanzaron longitudes inusitadas de hasta cinco o seis pies de largo. Esa clase de trompetas produce una escala de valores armónicos bastante semejantes al cuerno. Eran fabricadas con madera o con cañas revestidas de estuco, barro y hojas de cierta clase de palma, se decoraban con cintas. 
La flauta: es uno de los instrumentos de viento más antiguos que se conocen. Las flautas Xinkas, se caracterizaron por la poco común longitud de sus embocaduras y por la buena calidad de su sonido. Generalmente eran de forma tubular, también había globulares. Las construían con carrizos, barros, nefrita y huesos, siendo frecuente el uso de huesos animales se le daba la terminación de la boquilla con ocote y cera de abeja. Era corriente el uso de flautas múltiple  con ellas podían emitir a un mismo tiempo varios sonidos, de acuerdo con el empleo que ellos hicieran de sus dedos para obstruir o dejar libre el paso del viento por los agujeros. 

Sonajas y sonajeros:  las emplearon mucho, dándoles un carácter mágico que los vinculaba con lo sagrado y lo sobrenatural, por ello, por eso antiguos abuelos los representaron como atributos de ciertas energías ancestrales, al lado de bolsas para el incienso de pino, copal y los objetos destinados para las ofrendas. Para fabricarlas se empleaba el barro, madera, cobre,   los más corrientes eran construidos con calabazas y con frutos del árbol de morro pintados de rojo oscuro y atravesados en su medio por una varita de madera que sirve para sostenerlos y agitar las semillas o piedrecillas que producen el sonido.

Pitos:  hay una gran variedad de pitos y silbatos hallados. No fueron usados solamente como instrumentos de música, sino también en la cacería de aves y pequeños mamíferos. Sus formas y sonidos son muy variados. Los hay que revisten formas humanos y los hay con figuras zoomórficas; los hay simples, dobles y triples. Las flautas globulares, así como las tubulares, son menos comunes.
Los raspadores: son cierta clase de instrumentos musicales dentados, son de origen muy antiguo. Están fabricados con huesos humanos, a menudo en forma de falo, se usaban en rituales de carácter erótico o bien para rendir homenaje a los cuerpos difuntos. Su sonido dependía de los materiales con que estaban hechos y de las ranuras que se les habían labrado asi también estaban fabricados los mas comunes con morro doble o chunete.
Esta música pone énfasis en la ornitofonía, pues fueron los pájaros los maestros del indígena, quien inspira los cantos o directamente los copia o imita.
La música xinka se aprende y ejecuta tradicionalmente, pasa del maestro al aprendiz, aunque el desarrollo de la melodía parece simple no se ajusta a ella el ritmo y es difícil registrar la cadencia.
El silbato de los espíritus oscuros: Caña de azúcar, piel de rana y plumas son algunas de los materiales naturales que utilizaban para crear "el silbido de la energía oscura", el instrumento musical siempre son descubiertos junto a los urnas funerarias de los hombres xinkas.