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PUBLICACION REVISTA D

martes, 21 de mayo de 2013

LA OBSIDIANA, EL ESPEJO SAGRADO DE LOS ANCESTROS XINKAS




LA OBSIDIANA
EL ESPEJO SAGRADO DE LOS ANCESTROS 

La obsidiana se origina por el enfriamiento y endurecimiento de lava rica en silicio. En algunos sectores de las Tierras Altas volcánicas los filones de obsidiana que afloran están expuestos a la erosión, por ello existen vastos emplazamientos en los que se pueden recoger bloques y trozos de obsidiana incluso del suelo.

La obsidiana está compuesta mayormente de silicio, aunque algunos análisis han demostrado que contiene también minerales como cesio, uranio, hafnio y cobalto en proporciones variables. Los diversos yacimientos se caracterizan por presentar combinaciones específicas de dichos minerales en diferentes proporciones. De esta manera se puede determinar con precisión la procedencia de ciertas obsidianas encontradas en las excavaciones arqueológicas.

En un principio, los primeros ancestros de las Tierras altas explotaron principalmente dos yacimientos de obsidiana en las Tierras surorientales ubicadas en el actual Atescatempa, Jerez del departamento de Jutiapa, también en Santa Rosa y El Salvador. Allí, la obsidiana comenzó a ser extraída a principios del período preclásico medio, probablemente era transportada por vía terrestre hasta los ríos Paz y Usulutlan. Se cree que desde ahí los bloques de obsidiana en bruto eran transportados, para continuar nuevamente por tierra hacia el Norte y área central donde eran comercializados. Los primeros signos de explotación de obsidiana en las Tierras Xinkas provienen de yacimientos y datan de principios del primer período prexinka. Sin embargo, la gran cantidad de hallazgos indica que transportar el material era relativamente facil por ser abundante en el area y como principal pieza de venta y trueque con otros pueblos que en sus areas no era tan abundante. A comienzos del período Clásico Antiguo se ve prosperar la comercialización de la obsidiana, los comerciantes llevaban este material a los clientes de las Tierras centrales por dos rutas principales: La obsidiana de El Xaton, Juxitu, San Martín Jilotepeque era transportada por vía terrestre, la de Ixtepeque, acatempaq, suchitlan, Xeren  (ciudades situadas en la frontera con El Salvador, en Jutiapa) por el valle fluvial de Motagua hasta la costa caribeña y desde allí continuaba, en balsas y barcazas que bordeaban la costa hacia otras tierras.

La influencia de Teotihuacán y Tula, en el territorio Xinka se debe también a que ésta controlaba la comercialización de la obsidiana. La ciudad se situaba 55 kilómetros al sur del yacimiento de Pachuca, donde los bloques de obsidiana v verde oscuro brillante podían incluso recogerse del suelo. El impulso económico de Teotihuacán se debía en gran parte al monopolio de la obsidiana proveniente de Pachuca. Al extender su influencia sobre el territorio guatemalteco, el yacimiento de El Juxitu se vio también bajo el control de Teotihuacán por la ruta comercial que atravesaba las tierras de los Señores Xinkas y. Durante el 400-600 DC, comercializaron con honduras y el Salvador , colindante Ixtepeque, fue anexada y transformada en enclave comercial . Durante el período en que Teotihuacán controló la comercialización de obsidiana, las Tierras Xinkas no sólo recibieron mayores cantidades de obsidiana, sino también obsidiana verde proveniente del lejano yacimiento de Pachuca.

Esta roca vítrea fue de gran importancia para muchos pueblos ancestrales del territorio pero sobre todo para los Xinkas ya que a partir de ella podían fabricarse diversas herramientas. En las Tierras existían talleres especializados, donde a los bloques de obsidiana en bruto se les daba una forma casi esférica, para luego desprender láminas extremadamente afiladas con la ayuda de un gancho de madera y ejerciendo presión hábilmente. También podían fabricarse en poco tiempo otras herramientas como cuchillos o puñales. Cuando una herramienta se gastaba o se rompía era desechada inmediatamente y se fabricaba una nueva a costos mínimos. Trabajar la obsidiana era económico y tomaba poco tiempo, por lo que era una buena alternativa ante el metal, más caro y trabajoso. 
La muestra de esto es el area de Santa Rosa San Juan Tecuaco de la Culebra de Obsidina encontrado a mediados de los 40, la cual era de un aproximado de 90 cm de largo y estaba elaborada en obsidiana oscura con ojos de obsidiana roja color único encontrado en esta área  la cual desapareció a mediados de los 50 sin actualmente localizar su paradero.

Sin embargo para los Xinkas el valor de las piezas de obsidiana no residía en el trabajo efectivo, sino que en el origen exótico de este material. El hecho de exportar la obsidiana hacia regiones lejanas, convertía este material en un producto de lujo que se comercializo cada vez mas hasta convertirse en uno de los principales afluentes economica del periodo y las ciudades productoras. El estudio de la forma de vida Xinka prueba que los objetos de obsidiana eran utilizados por la mayoria de habitantes pero era escaso para las regiones mayas a las cuales se les comercializaba.

Los habitantes del territorio Xinka antiguo convirtieron a la obsidiana en un excelente material para elaborar instrumentos y armas como navajas, cuchillos y puntas de proyectil. Al pulirla, los artistas precolombinos lograron superficies reflejantes en las que elaboraron espejos, esculturas y cetros, así como orejeras, bezotes, cuentas e insignias con los que se decoraban las imágenes de los ancestros, como de animales de poder el caso de la Sierpa o serpientes protectoras y se engalanaban los altos Señores de aquella época.


Cuando se enterraba a un Señor Xinka se colocaban miles de esferas de obsidiana sobre la sepultura. Este rito aún no ha podido interpretarse, sin embargo muestra claramente el significado simbólico de este material en la cultura Xinkas, así como a varios Señores de las areas mas altas se han encontrados mascaras realizadas con incrustaciones de obsidiana y barro.

La concepción prehispánica de la obsidiana

A partir de datos del siglo XVI, John Clark realizó un profundo análisis respecto a la concepción original de las variedades de obsidiana. Gracias a este estudio hoy conocemos cierta información que nos permite clasificarla conforme a sus atributos técnicos, estéticos y rituales: “Obsidiana blanca”, de color gris y transparente; “obsidiana de los Tekuanes” grandes protectores, verde-azul con distintos grados de transparencia y brillo y que en ocasiones presenta tonalidades doradas (por su semejanza con el Tata Pa'ri  fue utilizada para la elaboración de ornamentos y objetos rituales); la obsidiana jaspeada, amarillo-café-rojo, comúnmente llamada mechada o manchada, con la cual se hacían puntas de proyectil; “obsidiana común”, negra manchada y opaca que servía para elaborar raspadores e instrumentos bifaciales;  la “ sagrada obsidiana noche negra”, brillante y con distintos grados de translucidez y transparencia era utilizada por los grandes señores en sus tocados y ornamentos asi como sus armas y ajuares mortuorios.

Uso medicinal de la obsidiana

Para los habitantes del Xinka prehispánico, la obsidiana tuvo notables aplicaciones medicinales. Independientemente de su efectividad biológica, su utilización medicinal se debió, en gran medida, a la carga de sus atributos rituales y a sus propiedades físicas particulares, se utilizada hasta la fecha como piedra de protección, que se entrega para alejar la energía negativa y para cargar de energía limpia a su portador.

Como ejemplo de esta concepción mágico-ideológica y curativa de la obsidiana, comenta Fuentes y Coroz:“Acudían de todas partes a las dignidades de sus lugares de adoración .. para que les aplicasen la medicina divina, y así les embijaban con ella la parte donde sentían dolor, y sentían notable alivio... parecíales cosa celestial”.

Por su parte, y refiriéndose también a los beneficios medicinales de este cristal natural, Fuentes y Guzman registró en sus registros:“También decían que si una mujer preñada veía al sol o a la luna cuando se eclipsaba, la criatura que tenía en el vientre nacería cullado los besos (labios hendidos)... por eso, las preñadas no osan mirar el eclipse, poníanle una navajuela de piedra negra en el seno, que tocase la carne”. En este caso, es notable que la obsidiana fuera utilizada a manera de amuleto protector contra los designios de los ancestros que patrocinaban aquella batalla celeste.

Había la creencia, además, de que a causa de su semejanza con algunos órganos como el riñón o el hígado, los guijarros de río de obsidiana tenían el poder de curar dichas partes del cuerpo. Francisco Hernández consignó en su Historia Natural algunos aspectos técnicos y medicinales de los minerales con propiedades curativas.

Los cuchillos, navajas, espadas y puñales que usaban los indios, así como casi todos sus instrumentos cortantes eran de obsidiana.El polvo de ésta, así en sus tonalidades azul, blanco y negro translúcido, mezclado con cristal igualmente pulverizado, quitaba nubes y glaucomas aclarando la vista. 
La piedra de navaja abigarrada de color negro bermejo, tenía propiedades semejantes;  una piedra cristalina muy negra y brillante. Se decía que ahuyentaba a los demonios, alejaba a las serpientes y cuanto era venenoso y conciliaba, además, el favor de los príncipes.

Actualmente persiste la creencia popular de que la obsidiana tiene algunas de las cualidades que se le atribuían en el mundo prehispánico, por lo que aún se considera una piedra mágica y sagrada. Además, por ser un mineral de origen volcánico se le relaciona con el elemento fuego y se considera una piedra de autoconocimiento con carácter terapéutico, es decir, una“piedra que actúa al igual que un espejo cuya luz hiere a los ojos del ego que no desea ver su propio reflejo”. Debido a su belleza, a la obsidiana se le atribuyen cualidades esotéricas.

En suma, podemos concluir que la obsidiana, por sus peculiares características físicas y formas estéticas, sigue siendo un material utilitario y atractivo, tal como lo fue para las diversas culturas que habitaron nuestro país en tiempos pretéritos, cuando era considerada el mítico espejo, escudo generador y poseedor de las imágenes que reflejaba.


Cuando los conquistadores españoles penetraron en el territorio, quedaron impresionados con esta civilización los Xinkas o los del agua, que les pareció en muchos aspectos más sobresaliente y evolucionada que su propia cultura Europea, como el trabajo alquimistas por los cuales recibieron el nombre de brujos del oriente al convertir la obsidiana y el azufre en una formula para la combustión por calentamiento espontaneo y la utilización de venenos químicos y naturales, desconocida por sus vecinos los Mayas.