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PUBLICACION REVISTA D

martes, 17 de marzo de 2015

CONDENADAS AL ABANDONO



CONDENADAS AL ABANDONO

Caminando por la ciudad con mi cámara, me encontré una serie de tomas sobre la realidad de nuestras poblaciones mas vulnerables, el caso de los MUJERES Y EL ADULTO MAYOR . 

Por haber dedicado su vida productiva al cuidado de las y los hijos y no acceder a un empleo formal, 9 de cada 10 adultas mayores viven sin una pensión y dependen económicamente de algún familiar, de ingresos generados por un trabajo por cuenta propia, o de limosnas, el 27.6 por ciento de las y los adultos mayores recibe una pensión por su trabajo. Mientras que en el caso de los hombres el total de pensionados asciende a 57.9 por ciento, en el caso de las mujeres sólo 11.7 por ciento son pensionadas. No obstante, el 46 por ciento de los hombres adultos mayores señala enfrentar problemas económicos, mientras que en el caso de las mujeres su principal problema es el acceso a los servicios de salud y medicamentos.

En general, más de la mitad de la población adulta mayor de Guatemala vive dependencia económica, pues sólo 3 de cada 10 personas de ese grupo poblacional cuenta con una pensión o tiene ingresos fijos por ahorros o beca. El resto es sostenido por un familiar, pide limosna, canta en los autobuses o es vendedor informal.

Muchas de las mujeres dedicaron su edad productiva sólo al cuidado de las y los hijos, situación que les impidió tener un empleo formal que más tarde les permitiera acceder a una pensión, fueron abandonadas por sus familias y dejadas en el olvido.

Muchas de las mujeres, laboraron por muchos años como empleadas domésticas, emprendieron algún tipo de pequeño negocio o ventas por cuenta propia, se dedicaron a la elaboración de tortillas porque les permitía tener ingresos y estar al cuidado de sus hijas e hijos.

Además de la precariedad económica en la que viven, las y los adultos mayores son considerados el cuarto grupo de población vulnerable a la discriminación.

A falta de oportunidades de trabajo formal, las y los adultos mayores se dedican a actividades agrícolas, trabajos eventuales por cuenta propia, comercio, ofrecen algún tipo de servicio doméstico o piden limosna.

Basada en la situación que viven las y los adultos mayores de las colonias de la ciudades, la mayor dificultad que enfrentan está relacionada con el empleo, seguido de la salud y la condición de discapacidad.

Están atados a esta cadena de abandono, extrema pobreza y violencia, cientos de adultos mayores indígenas y ladinos viven en la total precariedad, sin acceso a cuidados médicos, sanidad y condiciones de limpieza en sus viviendas, lo que provoca su decremento emocional, físico y moral.