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PUBLICACION REVISTA D

viernes, 17 de junio de 2011


HIN POWO‘ URAY 
FUEGO DE LUZ MALA

En algunas épocas del año, en el verano generalmente, se suelen ver de entre las rocas de los cerros de Jutiapa, cuando los últimos rayos del sol iluminan las cumbres de los cerros y el intenso frío de la noche va instalándose en los lugares sombreados, una luz especial, un fuego fatuo; producto de gases exhalados por cosas que se hallan enterradas conjugados con las energías de los espíritus del fallecido; con terror y morbosidad - los lugareños denominan "luz mala" o "farol del diablo".
La creencia xinka dice que esto sucede en noches de P’awa Süma o de luna negra, Ya que es cuando parece estar más brillante el haz de luz que se levanta del suelo y que, por creencia general, se debe a la influencia maligna, ya que popularmente estiman que es el único día en que Lucifer se ve libre de los detectives celestiales y puede hacer impunemente de las suyas.
La luz es también por que imaginan ver en ella el espíritu de algún difunto que no ha purgado sus penas y que, por ello, sigue de esa forma en la tierra. Generalmente nadie cava donde sale la luz por el miedo que ésta superstición les ha producido, los pocos que se han aventurado a ver que hay abajo de la luz siempre han encontrado objetos metálicos o alfarería indígena - muchas veces urnas funerarias con restos humanos, lo que aumentó el terror- que al ser destapada despide un gas a veces mortal para el hombre, por lo que los lugareños aconsejan tomar mucho aire antes de abrir o sino hacerlo con un xuno - manta gruesa, de suerte que el tufo no llegue a ser respirado.

Dice don Generación Meléndez que: "XAL POW’ORORO” La luz blanca  que aparece en la falda del cerro es buena, donde entra hay que clavar un puñal y al otro día ir a cavar... va a encontrar oro y plata. De la “POW’TEEN” luz roja huyan o recen, se dice que es luz mala, tentación del diablo".
Debido a la continua migración a las ciudades y centros poblados, y por constante progreso estas tradiciones orales van quedando reservadas solo para los mayores; la juventud se preocupa por otras cosas que estima más importante.
Nunca olvidemos nuestro origen, pues de allí depende nuestro futuro, nuestro elemento interior es importante, el respeto por el HENE PULAY “creador” y los “XUYA HURAKLI” nuestros antepasados.