INFORMACIÓN

INFORMACIÓN

PUBLICACION REVISTA D

miércoles, 2 de noviembre de 2011

DIA DE DIFUNTOS EN EL PUEBLO XINKA



TERO’PE’ XAN PA’RI NA


La ceremonia de los días de muertos es una tradición de la época prehispánica que sobrevivió durante la época colonial y hoy se nos presenta como una clara muestra de sincretismo o muestra espiritualidad. La llegada del cristianismo a la tierra Xinka no pudo desaparecer las concepciones espirituales arraigadas por siglos, más bien aportó elementos nuevos a las antiguas creencias, así como a los seres superiores, concebidos como seres dependientes del Alaya’, que debía alimentarlos y rendirles tributo permanente.
El Xinka siempre ha sentido respeto por todo lo concerniente a la muerte y su transcendencia al mas allá, en todas las celebraciones y ofrendas a sus ancestros fallecidos sienten ansiedad y angustia al presentarlas; un ejemplo de esto es que cuando la comida de ofrenda no se cuece bien, significa que algo malo va a ocurrir, porque las almas de los difuntos no están contentas con sus parientes vivos.
Para mucha gente ha sido una sorpresa, el hecho de que los Xinkas sigamos con la tradición de celebrar los días en que nos visitan los ancestros; celebración que hemos heredado de nuestros antepasados.
TERO’KI NA XINKA ALTEPET XA /LA MUERTE EN LA CULTURA XINKA
El origen del mundo Xinka refleja su concepción cíclica del tiempo, que en cierto sentido marca toda su existencia, parte de la idea de que el mundo fue creado por los ancestros para que fuera habitada por el ser humano. Por lo tanto, el hombre Xinka esta enlazado al Kiah mux del tiempo; conforme pasa el tiempo y la muerte se acerca, se fusiona con la eternidad. El mundo Xinka lo conforman espacios buenos y malos: Según las herencias orales, desde la tierra hacia el cielo hay espacios sagrados –tiwina y rawina. La vida del pueblo xinka se rige por sus creencias religiosas y por el eterno drama del Anpuk’, por el eterno retorno del día después de la noche, como el retorno de las lluvias después de un ciclo, y como el retorno de los kiah mux del calendario sagrado Ayapa’ Yawal  Pa’wa Iwix’.
Los Xinka creen que todos los seres vivos renacen, por ello cuando una persona muere, se le coloca en la mesa de tal forma que su cabeza este orientada hacia el poniente de color oscuro que representa la noche y la muerte, de igual forma cuando se sepulta al difunto, se le ponen todas sus pertenencias, como el machete, la ropa, maíz, sombrero, zapatos, entre otras cosas, así cuando regresen tendrán todo. El Sipani que le proporcionaron los ancestros, lo respeto y tuvo buena vida tienen el privilegio de estar en un lugar deleitoso donde no existe el dolor ni el sufrimiento y hay abundancia de comida y bebidas; donde crece el árbol sagrado, bajo cuya sombra descansan eternamente. Con excepción de las almas que van al infierno, todas las demás retornan anualmente a la tierra para disfrutar de una semana de vacaciones con sus familias.
De tal forma que el Amuka Iwix o Comida para las Ánimas, es una ceremonia especial en la que interviene toda la familia. Las mujeres son las encargadas de elaborar los alimentos y colocar el altar para las ofrendas, los niños y jóvenes acarrean flores, ayudan a limpiar los caminos, a blanquear las albarradas, a lavar los trastes, ropas y adornar los altares en los sepulcros. Los hombres mayores traen leña, calabazas, maíz, frijoles, tiernos de la milpa, limpian detrás de las albarradas, excavan y recrean el lugar donde fueron enterrados sus ancestros, colocan pilares y limpian los campos donde están los restos de sus antepasados.
La celebración de los muertos en nuestra cultura es historia y herencia oral. El calendario Xinka cuenta con un decimo mes de nombre Kumii, que significa final/ultimo, y coincide con el mes de noviembre del calendario gregoriano; en este mes florece el sumah tuhlu, flor de muerto de color amarillo y olor muy fuerte, crece de manera silvestre y sirve para adornar los sepulcros de los difuntos, la corona de flores moradas, la cuxa muy tradicional en esta temporada, es el vino sagrado por excelencia en la mayoría de las ceremonias religiosas. También existe un pajarito que canta en estos días, se le conoce como un ave místico, porque muy pocas gente lo puede ver, sólo se le oye cantar. Se le conoce con el nombre de Pik pik, que significa el que canta desde atrás de alla, pikan o esencia; otros lo conocen como cotenero o petejen, que significa dolor o tristeza, porque su canto simboliza la pena y el dolor que sufren las personas al recordar en esos días a sus seres queridos muertos, con su canto anuncia la llegada de los sipani que vienen a visitarnos. Este pajarito Pik solamente canta de 20 a 40 días, de octubre a noviembre y no se le vuelve a oír hasta el próximo año.
Durante los días de los finados, el ambiente es alegre pero solemne, y el ánimo de la gente  también es alegría, de fiesta para recordar el alma de  sus seres queridos, resaltando su sencillez y respeto, durante el amanecer como en el día y la tarde cuando la brisa de oriente despide su aroma a incienso, a tierra húmeda, a flore y comida ; los ancianos dicen que los Xinka están en su ritual más íntimo con la Ixiwa-ih, es el cierre de un ciclo y el retorno de sus familiares y amigos muertos a la tierra.
Entonces, la preocupación es, como prepararles el recibimiento, como festejarlos y satisfacerlos, por ello en los pueblos, en las casas, con los vecinos, en la calle o en el panteón el tema principal de las conversaciones, son los altares y las ofrendas, quienes van a rezar, quien va limpiar y arreglar los terrenos, como si esperaran a visitantes vivos. El 31 de octubre es dedicado al espíritu de los niños, el 1º de noviembre a los ancestros y sipani esenciales, mientras que el 2 de noviembre es para todos los seres queridos difuntos.
Para este festejo, se prepara el terreno en el cementerio o campo santo, se limpia, pinta y arregla, se decora con flores de muchos colores naturales y artificiales, algunos con gusanetas, brillos de colores, mariposas, con lo que le gustaba al difunto, también se le reza, canta y cuenta anécdotas de su vida, asi mismo se canta y se crea un entorno alegre y de regocijo por la tranquilidad del ser fallecido. La familia ofrece una misa por el Sipani o alma, se lleva la comida y se brinda sobre las tumbas, sirviendo una porción para el difunto. Entre las comidas principales, es el repollo colorado, el pan de yemas, las empanadas de leche, los dedos colorados o nuégados, conservas, pollos en recado, panes jerezanos, torta, Xaxama, entre otros.
Con toda anticipación, la gente Xinka se prepara para recibir a sus difuntos, la familia entera limpia detrás de sus albarradas y las pintan de blanco al igual que las tumbas u osarios de sus difuntos en los cementerios, en las casas construyen la cruz de palma, y las enramada hecha de lianas y plantas, adornada con flores, en el cual se pone el altar de tal manera que este de frente al oriente, son adornadas con flores, siempre vivas, teresitas, gardenias, narcisos y otras de colores amarillos moradas, blancas y rojo vino, casi siempre se prepara en la cocina de la casa o en el patio de la misma. Tiene que estar comunicado, generalmente existe una entrada extra en los terrenos, si no existiera, entonces se improvisa y se prepara un camino con velas por donde se cree pasarán los difuntos hacia el lugar de reposo. También dos días antes se tienen que lavar todos los trastes, los huacales y toda la ropa sucia de la casa, dejando todo limpia y un recipiente con agua y jabón para que cuando las ánimas lleguen, se laven las manos y la cara. Si hay trastes y ropa sucia se cree los difuntos lo lavarán, para vergüenza del familiar vivo. La concepción Xinka del día de muertos, es muy diferente a la Occidental aunque hoy en día hay elementos de esta cultura en la celebración.
Los Xinka creen en el (Pa’ri kunuki Alaya’ Tz’ama Tero’pe’), por ello, las animas retornan anualmente a la tierra para disfrutar de una semana de vacaciones entre sus familiares y como agasajo es costumbre dedicarles rezos y comidas, de aquí que la costumbre sea conocida como el “comida para los muertos”, día de muertos o finados.
Días antes del festejo, llueve como una señal de la presencia de los difuntos. Si es una llovizna ligera, se cree que son las ánimas que van llegando; en cambio, si es una lluvia fuerte, entonces es para que se limpien y para que humedezca la tierra y no haya mucho polvo a su paso. Las ánimas vienen encabezadas por la muerte, Huxi Tero’pe’ (señor de la muerte). Algunas familias todavía cuidan la costumbre de ponerles a los niños y niñas en la mano una cinta roja para que la muerte no se los lleve. La ofrenda o comida de la muerte se le dispone detrás del enramada, en una huacal de morro colgada, eso se le ofrenda y una vela blanca, para que le lleve tiempo comérselo y le de tiempo suficiente a los difuntos para que disfruten la comida que se les ha ofrecido y estén un ratito más con sus familiares, ya que si se le da la comida con mucha carne a la muerte, al igual que a los difuntos, éste acabaría rápido su comida y como es el guía principal y tiene que visitar muchas casas, al terminar primero, se iría y podría olvidar a los difuntos en la tierra para siempre.
Los primeros en hacer acto de presencia son las almas de los niños, las cuales llegan a la tierra en la madrugada del 31 de Octubre, este es el día de los niños. Para recibirlas debidamente, adornan el altar con trompos, chajalele, pixtones  y otros juguetes silvestres, con flores y velas de muchos clores, algunas familias les dedican a manera de desayuno, ofrendas de atole de maíz nuevo y elotes asados, tamalitos de elote dulce, también puede ser chocolate con panes de leche.
El 1º de noviembre en la madrugada, llegan las almas de los adultos, se les recibe de igual modo; con los mismos rezos y ofrendas en los altares. Además, sus tumbas son recién pintadas y adornadas con flores, lazos, coronas de flores, picados. Como bebida, el chocolate, atole de maíz nuevo, cuxa, vino de caña, ayote en miel, bebida de papaya, coyol en miel, pedazos de caña de azúcar, yuca, naranjas dulces, manzanillas en miel, mandarinas. Como de costumbre, los vecinos comparten de estas ofrendas. Por la noche no es necesario encender velas sobre las tumbas, ya que las almas de los grandes pueden ver fácilmente sus caminos.

La muerte para el Xinka no significa el fin de una vida, es un ciclo del Ixiwa’. La muerte es como un largo recorrido en el viaje eterno. Nada se termina con la muerte, es una transformación, un cambio de lugar, que tal vez se encuentra en este mismo mundo, donde puede que nos encontremos, pero en un tiempo diferente, es la llega con la esencia del Hene Pulay la bendición por la vida plena gozada en la tierra.

ALGUNOS APUNTES INTERESANTES
-Cuando muere una persona, se hace su velación durante las 24 horas, después se le entierra acompañado por una camita hacia el camposanto o cementerio.
-durante 09 días de muerto se le hace unos rezos, cantos para recordarle a su espíritu que ya no pertenece al mundo terrenal, velación de candelas para acompañar el alma hacia la vida eterna.
-A los 40 días se realiza rezos, cantos para terminar con su llegada al mundo eterno, y su descanso en pasividad.
-A los 6 meses, se le hace unos rezos ya sea en la casa de los familiares o en el cementerio.
-Al año de haber muerto, se le hace otros rezos conocido como (cavo de año) o aniversario de su muerte, ofrendándole comida en la casa de la familia. (Por ello, la creencia de no hacer los finados cuando hay un recién muerto, hasta el siguiente año de su muerte).
- Durante el año de dolor o luto, los familiares principalmente las mujeres visten de colores oscuros, negros, para representar su dolor, tristeza y dolo en memoria de sus seres queridos.
- Las pertenencias del fallecido deben ser bendecidas y veladas para ser regaladas a personas que lo necesiten, no se pueden conservar pues es atar el alma del fallecido a este mundo.

EL DIA DE MUERTOS PARA EL PUEBLO XINKA Y JUTIAPANECO, ES UN DIA DE UNIDAD, DE FAMILIA, DE TRADICIÓN, DE HERENCIA, DONDE NIÑOS, ADULTOS, JÓVENES Y ABUELOS COMPARTEN CON LOS QUE NOS DEJARON Y PRESIDEN NUESTRO CAMINO EN EL MAS ALLÁ... NO SABEMOS DONDE PERO DENTRO DE NUESTRA COSMOVISIÓN ES UN LUGAR DE PAZ Y AMOR.... NUNCA OLVIDEN SUS TRADICIONES Y CREENCIAS PUES SON LAS QUE NOS HACEN SERES MÍSTICOS Y ÚNICOS!!!!








EN HOMENAJE AL PUEBLO XINKA DE LA ESMERALDA... JEREZ - JUTIAPA
QUE NADIE SE QUEDE ATRÁS... PORQUE EL CAMINO ES ANCHO Y LARGO Y TODOS CAMINOS JUNTOS LLEGAREMOS A LA ETERNIDAD....