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PUBLICACION REVISTA D

lunes, 13 de octubre de 2014

LAS COSAS QUE NO ENTIENDO (POEMA)


No entiendo de muchas cosas:

A la gente del gobierno que vienen con muchas promesas, palabras de aire, cuando hay elecciones, y después nada.

 A los que vienen a querer cambiar mi mundo, mis vestidos, mi espiritualidad. A los que nos roban. 

A los que experimentan con nuestros hijos o les sacan sus órganos para los blancos ricos. 
A los que mienten. 
A los que nos sacan de las tierras. 
A los que nos explotan.
A los que intercambian arte y tejidos por comida o alcohol y me pagan una miseria por el trabajo de meses.

No entiendo a los que se hacen mis amigos para sacarme conocimientos. 
A los que vienen con grandes máquinas para talar el bosque; a los que agujerean la tierra para sacarle su sangre.
 A los que esconden en la comunidad basura en bidones para contaminarnos.
A los que nos ponen vacunas. 
A los que experimentan con nuestra sangre. 
A los que tienen buena fe y creen que vienen a ayudarnos a integrarnos poniéndonos cables de luz y trayendo la “caja boba” para confundirnos. 
A los que nos ponen zapatos. 
A los que quieren cambiarnos nuestras costumbres ancestrales. 
A los que nos miran como un bicho raro y nos sacan fotos. 
A los que quieren que bailemos por dinero. 
A los que vienen con muchas palabras bonitas a hacer iglesias en nuestros lugares sagrados. 

A los que intentan esclavizarnos con dependencias ajenas a nuestras culturas.
A los que entran armados en nuestras tierras para echarnos.
A los extranjeros que vienen de guerrilla a enfrentarnos con los militares y luego se van protegidos a sus lejanas tierras…
A veces las cosas se ponen peor para nuestra gente, nos apresan, nos matan…

Tampoco entiendo a los que nos desprecian, a los que nos ignoran, a los que no les importo nada y nos roban todo, hasta la dignidad.

Soy mujer indígena y sé lo que quiero; cambiar las cosas; esas cosas que duelen dentro y se van agrandando, como la impotencia, el desamparo, la destrucción, las palabras incumplidas, el desamor y ese sentimiento de estar siendo violada constantemente.

Quiero gritar: - ¡Déjenme en paz!… 

Quiero seguir viviendo así simplemente, con la tierra y mi gente, la que ríe, la que crea, la que vibra la vida así como es, sin alterar las cosas, la que comparte, la que acaricia, la que no tiene prisa y ama sin esperar nada, la que no se aburre

Quiero que nos respeten, soy mujer de la tierra, fuerte como el árbol que resiste al viento, 

Como el junco en la corriente,

Firme como la montaña más alta Frágil como el colibrí Dulce como los atardeceres

Soy mujer indígena, Hija Mayor de la Tierra y el Sol, desde siempre y para siempre.

POESIA DE LA TIERRA