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PUBLICACION REVISTA D

sábado, 11 de octubre de 2014

LOS ABUELOS Y ABUELAS: SABIDURÍA DEL PUEBLO XINKA


LAS ABUELAS Y ABUELOS
LA SABIDURIA XINKA

Según nuestras experiencias dentro y fuera de nuestras familias, el abuelo-abuela es el proyector y emisor de los valores de la cultura de nuestros antepasados : en el transcurso de sus vidas enseñan a sus hijas e hijos, nietas y nietos a ser cada día hombres y mujeres trabajadores y maestros de su propia historia. El abuelo es el arból de la vida, es raíz de nuestra existencia ; con él vivimos, con él aprendemos a entender al Creador y Dador de vida. 

El respeto que ellos nos enseñan en nuestras familias es factor importante que nos ayuda a producir los frutos de la paz ; una paz que nace de la voluntad y de los buenos hábitos, una paz que empieza por el respeto a nuestros mayores, a cada uno de los miembros de nuestras familias, a los frutos de nuestra Madre Naturaleza.

Cada abuelo y abuela desempeña una función fundamental en la familia porque es él que conoce e interpreta los signos de los tiempos, sabe instruir, sabe respetar a sus semejantes, a la Madre Tierra y a Dios. Por eso, creo importante que se conozca a fondo el concepto de abuelo y abuela que se mantiene vivo en la cultura Xinka. 

Es el rostro vivo de Tiwix, de Padre y Madre, retoño, flor e hijo de las entrañas de nuestra Madre Tierra. Es la persona más sufrida, aguantador de los problemas de la familia y de la sociedad. Por eso, es autoridad; es la persona adecuada para el estudio de la psicología de las familias y de la comunidad. Observa, analiza y da posibles soluciones a los problemas. 

Es mediador entre Persona, Madre Naturaleza y Dios. Es la persona que ha vivido, conoce e interpreta los cambios del fenómeno de la Madre Naturaleza. 

Es la persona con capacidad intuitiva para leer e interpretar el tiempo,el clima, para entender los signos y mensajes de Dios en el cielo, en la madre lluvia (decimos que las primeras gotas de lluvia son lágrimas de Tiwix y de nuestros difuntos, el primer baño de la Madre naturaleza), en las estrellas, en la Abuela Luna, en los sueños, en el trabajo y en la vida de nuestros animales, y en todas las cosas que están a nuestro alrededor. 

Por eso, sin duda, nuestra gente tiene un gran amor por su cosecha. Así lo prueba su honda religiosidad presente en el mercado, en los campos, en la familia. Sabe cuidar, porque en todas las cosas está el gesto del cariño y del amor de Dios. 

Decía un anciano: “Tata Tiwix nunca quiere que sus hijas e hijos sufran, nunca castiga, rectifica y nos habla de distintas maneras, a través de los sueños, de la enfermedad, de la incomodidad, de nuestras pertenencias y de la inestabilidad emocional. De esta manera nos habla para conducirnos a la reflexión personal”. 

Es un conocedor de la historia, es cuna, cimiento de las leyendas y mitos de nuestro pueblo de grandes hombres y mujeres que conocemos hasta nuestros tiempos. Es la persona que ve los problemas como un error que se comete ante Dios y los ancestros, ante nuestros antepasados, ante la naturaleza y ante nuestros seres queridos dentro y fuera de nuestras familias. 

Es la persona que madruga por cuidar de sus hijas e hijos y de nuestra Madre Tierra. Es aquél que atraviesa cerros y montañas todos los días para alabar a Tiwix y para pedir el pan diario de su familia y para ayudar a sus prójimos. Es aquella persona que apaga con una sonrisa el dolor de sus hermanos y de toda la familia. Tiene la capacidad de luchar para vivir, de darse a los demás, de servir, ayudar e instruir a sus semejantes incondicionalmente. 

Es el motor de una familia, vínculo de unidad, instructor de su familia y de su comunidad. Es el libro de nuestro pueblo donde podemos consultar, es un libro donde cada una de sus páginas está sellada con su pensamiento : la vida, la espiritualidad, el dolor, la riqueza de nuestro pueblo y el camino que nos conduce hacia Dios. 

El abuelo es guía de sabios, pozo de la sabiduría de Dios donde maestros, escritores, etc. han bebido para su inspiración y llegar a ser famosos e importantes en la sociedad. Es imprescindible destacar los valores esenciales que más han mantenido vivos los abuelos y abuelas en nuestras familias. 

El abuelo es aquella persona que debemos cuidar, tanto a él como a la rica sabiduría que guarda celosamente en su corazón. Debemos respetar su religiosidad y así aprenderemos ser personas con grandes valores morales y religiosos. Debemos amarlo y alimentarlo para que Tata Tiwix nos ayude a rectificar el camino de la felicidad, porque de la misma manera como nosotros cuidemos de nuestros abuelos, así en un futuro nos cuidarán nuestras nietas, nietos, nuestras hijas e hijos y Dios. 



'URUXUMUTI

La palabra está compuesta de las partículas “'ura” y “uxumuti” que quiere decir sagrado conocimiento y antiguo. Su trabajo en la familia es orientar, guiar la espiritualidad. Representación viviente de los antepasados, de la tradición y la sabiduría respecto de la visión del mundo. 

Es mediador entre el hombre, la naturaleza y Dios; es confesor en la familia, en la sociedad y en el pueblo. Se comunica con Cielo a través de ceremonias en los cerros más altos, pidiendo perdón, protección para su familia, para su comunidad, dando gracias al frío y al viento, a la Madre naturaleza, a los antepasados y a Dios Padre y Madre, por la vida, por la unidad, por el negocio, por los bienes de la casa y por la sagrada cosecha. 

Esto es lo que han sembrado nuestras madres y nuestros padres antiguamente. Es la persona con gran capacidad intuitiva de interpretar las lunas. Lee y entiende los signos y mensajes en el cielo, en los frutos de la Madre Tierra, en la Madre Lluvia, en las estrellas, en la Luna, en los sueños, en el trabajo y en el mundo animal. 

Es un “Maestro” que enseña a su discípulo su libro, su pluma, su camino y la manera de interpretar el conocimiento del Cielo, los signos de la Naturaleza, los sueños. Esto es lo que crece en la vida de un "Uruxumu" hasta dar fruto. No cualquier persona puede llegar por voluntad a ser Abuelo conocimiento : es un destino, es una herencia que hombres y mujeres reciben de Dios y de los antepasados, desde su concepción.