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PUBLICACION REVISTA D

domingo, 31 de julio de 2011

EL BORDADO Y TEJIDO XINKA


EL TEJIDO XINKA

El tejido y las telas indígena xinkas, es un arte poco conocido a nivel nacional, pero es sin lugar a dudas la máxima expresión artística mítico religiosa de los nativos xinkas.  En ella encontramos una hermosa e interesante mezcla de motivos naturales con influencias españoles,  y  de estilos basados en símbolos precolombinos y combinados con los coloniales  y  otras  innovaciones recientes.

   En su confección  encontramos  el uso de materiales como el henequén y el algodón, el uso de lana y de seda, que fueron introducidos por los conquistadores,  y actualmente el uso de fibras  sintéticas como el rayón, la sedalina y la lustrina.

   En cuanto a los colores, estos también tienen su antecedente histórico.   En la época precolombina conocieron el  rojo, el blanco, el amarillo y el negro, que eran los colores sagrados el fuego y el sol, de la vida representada en el maíz, y de la muerte.   Aun entonces el tinte rojo, probablemente fue preparado utilizando la cochinilla o el yamey (insecto) del árbol de jocote.
También se utilizaban tintes extraídos de conchas marinas, del añil (arbusto de tinte) y de la corteza de ciertos árboles como el pino, ciprés, cedro, también como el Campeche, el moran y el marañón.   Por otra parte empleaban el algodón “kuyux” de color café natural.  
Actualmente se utilizan pigmentos de diferente procedencia, algunos con tonalidades chocantes, fluorescentes.

   En esa continuidad de cambios nos damos cuenta que el bordado y las telas xinkas son un arte vivo que no se ha estancado ni perdido, sino que ha evolucionado.

   El origen de los bordados no es muy claro. Se sabe que los xinkas, de acuerdo con su categoría social dentro de la comunidad, usaban las telas tejidas en henequén, algodón o kuyux, o una especie de braguero.   Se sabe también, que las telas bordadas estaban adornadas con tintes y plumas, piedras de vivos colores, piel de conejo, venado, cerdo de monte, gato silvestre, etc.

   Los xinkas conocían muy bien el uso de la cruceta cilíndrica para rematar los bordes de los tejidos de palma.   También eran expertos en el uso de las plumas de pájaros, las cuales usaban para bordar y, además, las entrelazaban o entretejían para hacer adornos y penachos.

   Cuando arribaron los conquistadores encontraron a los indígenas xinkas de las varias tribus, vestidos con túnicas, pieles, asi tambien  Tejidos de algodón, palma, maguey que confeccionaban en cuadros y crucetas.

   Las monjas y los misioneros que siguieron a los conquistadores instruyeron a los indígenas para que perfeccionaran su técnica en la costura.  Aunque en el año de 1563 los españoles prohibieron por ley el uso de la técnica de tejido, poco a poco los indígenas mejoraron sus técnicas utilizando las conocidas como tapiz.

   Muchos pueblos modificaron el diseño y estilo de sus tejidos, lo mismo que la forma de amarres, y sobre todo los diseños de los cosidos y entrelazados de palma.   A los españoles del tiempo de la colonia, les convenía mucho saber a cuales pueblos pertenecían sus esclavos y/o trabajadores indígenas.

   Por lo tanto, el traje y tejido tenía importancia tanto para los encomenderos españoles como para los indígenas.

   La gran mayoría de los tejidos que parecen estar bordados en maquina, en realidad son trabajos en el telares manuales, como marcos circulares con una técnica conocida como “putadas, picados” etc, en la que hilos de diferentes calibres, materiales y colores son llevados a la trama y entre punteado original.
En la mayoría de los casos el bordado a mano es todo el trabajo, se caracteriza por tener mucha paciencia, acertado y perfección al puntear sobre el telar o tela el diseño previamente diseñado, una manta, blusa bordada puede durar entre 3 días a 1 mes dependiendo el tiempo destinado o la dificultad del diseño, así como su tamaño.


(ESPERA LA SEGUNDA PARTE)